Recibí una pregunta de un estudiante: El deseo “de otorgar a los demás” también implica un deseo egoísta de recibir algo para uno mismo, ya que “yo quiero” otorgar. ¿Así pues, esto es realmente otorgamiento?
Mi respuesta: El deseo de otorgar no tiene relación con ninguno de nuestros deseos normales. Sin embargo, “dar a los demás” como la mayor parte de la gente lo comprende hoy en día, no es un deseo de otorgar, ya que se trata del mismo deseo egoísta de recibir placer, que sencillamente parece que se utiliza para beneficiar a otra persona.
Por eso es que el deseo de otorgar directamente a otra persona no existe en la Naturaleza. Es imposible, porque es equivalente a salir de uno mismo.
¿Por lo tanto, qué podemos hacer? Debemos tratar de “salir de nosotros mismos”. Si una persona hace el intento, va a comprender que únicamente el Creador puede concedérselo. Y entonces habrá revelado al Creador.
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