Eleva los deseos terrenales

Pregunta: Las mujeres se dividen en decenas y a menudo se encuentran en Zoom® y se conectan por teléfono. Pero no hay ningún esfuerzo por difundir. Parece que tratan de imitar el trabajo de los hombres y no hacer lo que usted les aconseja, para fortalecerse en la difusión ¿cómo se puede cambiar? ¿cómo puede la difusión convertirse en la actividad preferida en las decenas de mujeres?

Respuesta: No sé cómo respaldar esto.

Ustedes deben  comprenderlo a partir de la estructura de la vasija general sobre la que aprendemos. Si no hay unidad entre nosotros o si nuestra unidad no tiene como objetivo expandirse hacia afuera, no podremos recibir nada.

Somos la parte superior, la cabeza de la vasija, llamada GE (Galgalta ve Eynaim), que incluye a Keter, Jojmá y Biná. La otra parte del Partzuf se llama AHP (Awzen, Hotem, Pé), y está hecha de la parte inferior de Bina, ZA (Zeir Anpin) y Maljut.

Podemos recibir la luz de arriba, del Creador sólo en la medida en que estemos integrados en el deseo de los vasijas inferiores.

El deseo en la parte inferior de la vasija tiene que ser preciso, la deficiencia de las vasijas inferiores (de la gente). Pero si no hay un deseo básico, no recibiremos nada de arriba.

Es muy simple. No se puede hacer nada sin el deseo correcto, sin querer corregir algo. Nosotros, la parte superior, sólo nos preparamos para la corrección para que la corrección nos ayude a sentir la parte inferior, el deseo de todo el mundo y así podremos elevar su deseo al Creador. Así trabajamos.

Por esa razón se nos llama Israel, Yashar-El, directo al Creador, mientras que a ellos se les llama el cuerpo general, la vasija general.

No pueden corregirse a sí mismos de ninguna manera. Sólo nosotros podemos corregirlos. Sin ellos, no hay nada que corregir. Es decir, la conexión con el Creador sólo puede ser si primero tomamos sus deseos y los elevamos, así podremos estar en contacto con el Creador.

O sea, sin difusión no hay esperanza de que el Creador se relacione con nosotros de algún modo, porque nuestro trabajo surge del deseo por la meta de la creación que recibimos de arriba. ¿Por qué el Creador nos dio nuestro deseo? Para que nos formemos y comencemos a elevar el deseo del resto de la vasija. Y realmente estaremos en un lugar correcto, serviremos al Creador correctamente y nos convertiremos en Sus siervos.

Pero si no usamos el deseo del Creador, que nos fue dado para volvernos al mundo y conectarnos con sus anhelos y sus sufrimientos y lo elevamos, no hay necesidad de nosotros, porque no podemos pedir por nosotros mismos.

Todas nuestras peticiones solo pueden ser para conectar el mundo con el Creador. Sólo con este propósito, existimos.

Por lo tanto, no esperes alcanzar ni revelar al Creador ni estar en contacto con Él, si no comienza a elevar hacia Él, los deseos rotos y no corregidos del mundo.
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De Kabtv «Fundamentos de Cabalá» 13/feb/19

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