Elijan el mejor camino

Dr. Michael LaitmanLa sabiduría de la Cabalá explica que la persona puede descubrir todo el sistema dentro del cual existe, mientras se encuentre en esta vida, en este mundo. En este mundo podemos existir como toda la naturaleza del inanimado, vegetativo y animado, y no ser diferente de él. Llegamos a este mundo, vivimos por un tiempo designado y desaparecemos. Llegamos y desaparecemos, como los animales, porque también pertenecemos al reino animal.

Pero podemos alcanzar el nivel más elevado que nos controla, que maneja a cada momento nuestras vidas. Las órdenes y decisiones nacen en aquel nivel que desciende a este mundo y nos maneja. De pronto logramos pensamientos y deseos y actuamos de distintas formas. No sabemos qué nacerá hoy día. De pronto conocemos personas, nos involucramos en diversos eventos que no iniciamos por nosotros mismos. Esto es lo que sucede en cada momento.

Los cabalistas nos explican que todo esto fue planeado desde el comienzo. Hay personas que incluso sienten estas situaciones por adelantado. Es claro para nosotros que no las planeamos. Pero esto se oculta de nosotros tanto que me parece que hay libertad de elección, que soy libre de hacer lo que quiera y que nada está limitado para mí. Y si nadie a mi alrededor me está limitando, entonces ¿de dónde vienen los pensamientos, de dónde se despiertan los deseos? Yo no sé, simplemente quiero, creo, y eso es todo.

Todo esto viene del sistema en el que nos encontramos y en él, todos juntos estamos enlazados. Este sistema hace cálculos constantemente sobre cómo llevarnos a un nivel de desarrollo más alto llamado el Creador. Se llama así porque está por encima de nosotros y de todos los demás, todos los pensamientos, deseos y circunstancias descienden a nosotros desde allí.

A través de la historia hubo una multitud de personas que descubrieron este nivel más alto y nos hablaron de lo que está pasando. Este nivel más elevando quiere que nosotros ascendamos a él para que crezcamos del nivel animal al nivel de Adam (hombre). Un hombre es aquel que tiene una cabeza, que no obtiene deseos desde arriba y del entorno, que siente con el corazón y la mente, pero él mismo los moldea desde un entendimiento del sistema general.

Nos corresponde alcanzar este estado. Entonces entramos en un estado en el que todos nos incluimos no solo a nosotros sino a toda la naturaleza, los niveles del inanimado, vegetativo y animado. Y nos corresponde tomar en cuenta a toda la humanidad en todas sus generaciones desde el pasado y el futuro, y también los diversos estados que se encuentran más allá de nuestras cortas vidas individuales. Y esta vida corta se vuelve algo sin importancia. Después de todo, la persona que empieza a elevarse y a integrarse en el enorme sistema ve que este es infinito, ilimitado. Esta es la meta de nuestro desarrollo que debemos alcanzar.

Es así cómo se construye la naturaleza que nos trae este desarrollo. Nosotros descubrimos el proceso, y el descubrimiento del proceso es llamado la sabiduría de la Cabalá.

La pregunta es, ¿cómo podemos descubrir todo el sistema en el que existimos, de tal forma que no obtengamos malos pensamientos y deseos que nos empujen de este, en las distintas direcciones, sino que descubramos de antemano dentro de nosotros los buenos pensamientos y deseos que son útiles para que nos desarrollemos de la mejor forma más conveniente y corta? ¿Cuál es la diferencia entre estas dos formas de desarrollo?

La diferencia es que de la primera forma recibimos nuestras órdenes de la naturaleza; nos desarrollamos por medio del sufrimiento, descubriendo todo el tiempo qué nos falta y sintiendo insatisfacción, sufrimiento, y siendo obligados a buscar la mejor forma. Siempre sucede que sentimos un golpe y después algo bueno, y nuevamente un golpe y otra vez lo bueno. Esto es escapar de los golpes; este es el camino del sufrimiento.

Pero si avanzamos por el camino de la sabiduría de la Cabalá, buscamos cómo avanzar, formamos entre nosotros un estado futuro que es mejor, y por nosotros mismo escudriñamos qué es bueno y qué es malo. No necesitamos conseguir la deficiencia por medio de los golpes; más bien, la aclaramos entre nosotros y avanzamos sin sufrimiento previo, de forma rápida. Nosotros mismos descubrimos las deficiencias y el llenado, y es así como avanzamos de una forma maravillosa y hermosa.
(141041)
De la Convención en Colombia «Día dos» del 7/26/14, Lección 1

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