Elije qué prefieres ser: Un pecador o un justo

Dr. Michael LaitmanBaal HaSulam, Shamati No. 99, «Malvado o justo no dirás»: … si uno no tiene ningún deseo y anhelo por la espiritualidad, si se encuentra entre personas que tienen un deseo de espiritualidad, si él quiere a estas personas, también él tendrá la fuerza de ellos para prevalecer y sus deseos y aspiraciones; aunque por su propia cualidad, no tiene esos deseos y ansias y el poder para sobreponerse. Pero de acuerdo a la gracia y a la importancia que les atribuye a estas personas, él recibirá nuevos poderes.

Esto significa que nosotros somos capaces de controlar nuestras vidas y de avanzar hacia la meta. En primer lugar, uno debe aclarar si la meta es realmente digna como para sacrificar la vida por ella. Esta vida no se repetirá. Entonces, es imposible intentar decepcionarse de la meta y empezar a vivir de nuevo. Esto no sucederá.

Por lo tanto, uno tiene que revisar atentamente si vale la pena invertir la vida de uno en ello y luego unirse a un grupo de personas que se ejercitan en esto, que comparten y aprecian las mismas aspiraciones. Esto nos permitirá obtener esta aspiración que proviene de ellos, es decir, considerar nuestra meta como algo grande y tener la energía para alcanzarla.

Después de elegir la meta, uno debe seleccionar el entorno capaz de potenciarlo para alcanzarla. Después de eso, uno comienza a trabajar en la construcción de un entorno agradable para sí mismo. Cuanta más inspiración obtenga de los alrededores (del progreso de sus amigos y de la importancia de sus actividades) cuanto más logre rebajarse y subordinarse uno mismo ante influencia los amigos, más energía e inspiración adquiere para alcanzar la meta y lograrla por todos los medios.

En consecuencia, después elegir la meta y el entorno correspondiente, todo nuestro trabajo posterior está sólo en cómo obtener tanto impacto y estímulo del entorno como sea posible. Sin esto, no tendremos ningún tipo de energía, seremos «arrojados» hacia arriba y hacia abajo. Perder inútilmente mucho tiempo balanceándonos hacia arriba y hacia abajo y en los estados nebulosos. Esto es llamado «ni de día, ni de noche». Por lo tanto, ni siquiera notaremos cómo terminarán nuestras vidas.

De tal manera que, lo más importante es aferrarnos a nuestros amigos, adherirnos a ellos, obtener un «lugar cálido» al lado de ellos y nutrirnos con la importancia de la meta. Así es como nos explican las relaciones de la persona con la sociedad, y los deberes de uno con respecto a los demás. Es necesario mejorar la sociedad no por medio de ampliándola en cantidad, sino cualitativamente. En todo lo demás, hay que fingir y demostrarles a nuestros amigos cuán preciosa es para nosotros nuestra meta y cuán importante nuestro entorno. Debemos darles ejemplo a los demás de cómo rebajarnos a nosotros mismos frente al grupo y, con respecto a nuestra meta. Rabash describió todas las condiciones anteriores como las leyes esenciales que deben utilizarse para crear un grupo, con el fin de potencia a cada amigo con la energía suficiente para alcanzar la meta.

Todo depende del «atractivo» que tenga el grupo ante los ojos de uno. En esto es en lo que uno tiene que trabajar. Por eso está escrito: «Sería mejor si yo fuera olvidado, pero mi Torá se atesorara, puesto que Su Luz Reforma». La Luz funciona dentro de la conexión entre las personas. Así que, por favor dejen en paz al Creador, ya que Él Se revelará en cuanto logremos establecer una conexión correcta entre nosotros.

Yo les recomiendo a todos hablar con sus familias acerca de este tema en la noche. Una breve conversación, y la lectura de una pequeña porción es más que suficiente, pero es muy importante para todos, para las mujeres en sus círculos y para los niños.

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De la preparación para la lección diaria de Cabalá del 6/9/13

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