En El Umbral de la Última Redención

Hemos sobrellevado cuatro exilios, uno tras otro. Se arraigan en las cuatro fases del alma colectiva, HaVaYaH (Yod, Kei, Vav, Kei). Mucho antes, en el Mundo del Infinito, el deseo común de recibir fue creado en cuatro fases. Por lo tanto, toda la evolución y la corrección ocurre en las mismas cuatro fases.

Hasta que alcancemos el estado final, Maljut, debemos someternos a la  expansión y la desaparición alterna de la Luz del deseo, entre los grados, que se repiten cuatro veces. Cuando la luz entra, es redención (de su ausencia u oscuridad), y cuando sale, es exilio (desaparición de la Luz).

La presencia de la Luz en la vasija es considerada como la presencia del Creador en la criatura o la revelación del Creador. Por lo tanto, la redención (revestimiento de la Luz en la vasija o el alma o el deseo) es siempre seguida por el exilio de la Luz, su salida. No hay crecimiento sin ello, como está escrito, «Obtener llenado con la Luz y vaciarse hace al deseo adecuado para el alcance de la meta (equivalencia con el Creador)».

Por ello, incluso los cabalistas supieron lo que la humanidad iba a experimentar. Abraham, solía preguntar al Creador: «¿Cómo puedo saber que mis descendientes heredarán esta tierra?» Cuando recibió la respuesta que ellos irían al exilio, Abraham se sintió contento porque supo que después de cuatro exilios y cuatro redenciones, todo el mundo vendría a la corrección final.

Ahora estamos en el umbral de la salida del último exilio, en el sistema del cuarto nivel el cual contiene todos los exilios y redenciones anteriores. Sólo tenemos que realizar la redención final, completa (del Maljut entero) que está muy cerca.

Sin embargo, para alcanzar la redención, debemos experimentar el exilio. Mucho antes de que el exilio venga, tenemos que contener en el interior, en la forma negativa, la forma completa de esta futura redención, la forma del mundo corregido, lo que significa que debemos esperar que vendrá no sólo a Israel, sino a toda la humanidad.

Por primera vez en la historia humana, Israel (nuestro grupo mundial) actúa como un conducto para la Luz Superior, y tenemos que unificarnos en aras de la corrección del mundo. La redención significa estar en completa adhesión con el Creador, el atributo de otorgamiento.

(25600 – De la parte cuarta parte de la Lección Diaria de Cabalá del 1 de octubre 2010 – Esto es para Judá.)

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