Nuestra corrección depende de que recibamos una nueva vestimenta llamada Masaj (pantalla), o una intención, porque fuimos creados a partir de la materia del deseo de recibir, el cual es totalmente opuesto al Creador. Esto nos permite usar nuestro deseo de recibir con el fin de otorgar de la misma manera que el Creador nos trata ya que la adhesión es posible sólo de acuerdo a la equivalencia de forma.
Entonces, todo nuestro trabajo es primero para descubrir cuán opuestos somos al Creador y entonces, de acuerdo a nuestro dolor a causa de esta oposición, pedir la corrección, la equivalencia de forma. Esto es, en realidad, todo lo que debemos hacer.
Entonces, por qué debemos transitar un camino tan largo ¿No es posible pedir al Creador que nos haga plenos justo ahora? En realidad, el Creador creo todo en plenitud. Estamos en el mundo de Ein Sof (Infinito), identificándolo con Él, igual a Él, y en absoluta adhesión con el Creador, y sólo hace falta nuestro reconocimiento de este estado. Este reconocimiento determina nuestra independencia.
La adhesión fue creada por el Creador, pero de nuestra parte, sólo tenemos que ser como una gota de semen que está adherida al vientre de la madre pero aún no se ha desarrollado hasta un ser humano, Aún no siente su “yo”. No siente que existe como un ser independiente. Con el fin de descubrir su propia existencia esta gota de semen debe alejarse del Creador en su sensación de existencia independiente hasta la distancia en la que estaban fuertemente adheridos.
Por una parte, desde la perspectiva de la naturaleza de esta gota, se alejará cada vez más del Creador de acuerdo al tamaño de su deseo hasta que su deseo se contraiga en un punto, en un cero, en “nada”, y desaparezca totalmente. Sin embargo, por otra parte, el camino de regreso nos será revelado: la necesidad de superar esta gran distancia producida por las diferencias en nuestra naturaleza y alcanzar la equivalencia de forma.
Cuando llegamos a la igualdad y conexión por encima de la distancia entre nosotros, alcanzamos la forma del Creador y lo entendemos y los sentimos a Él, Su plan, y todo su programa. Es por esto que, por una parte, nos volvemos independientes, y por otra parte, nos adherimos a Él de acuerdo a nuestro propio deseo y libre albedrío.
Así, descubrimos toda la creación. En este proceso, se vuelve cada vez más claro para nosotros. Es imposible hacer todo eso de una vez dado que el corazón debe entender este proceso y no sólo la fría mente.
La revelación es posible sólo donde hay ocultamiento. Mientras más oscuro es, más puede iluminar la Luz que llega todas sus oscuras cuevas, todas las formas opuestas de oscuridad. Entonces, como resultado de la conexión de todas las formas directas e inversas, nace el reconocimiento, el alcance, como está escrito, “La ventaja de la Luz puede conocerse sólo desde la oscuridad”.
Nuestro mundo está construido exactamente de la misma manera. Si una persona no entiende un cierto fenómeno, puede pasar a su lado y ni siquiera notarlo. Con el fin de descubrir un nuevo fenómeno natural, una persona debe estudiar mucho y estar en la vanguardia, en primera línea de los descubrimientos científicos. Debe saber todo lo que nos es revelado y de pronto ver lo que está detrás de las fronteras de lo alcanzable, lo cual significa descubrir algo nuevo. Para hacer eso, necesita alcanzar y reconocer todas las vasijas que ha alcanzado hasta ahora.
Las mismas reglas operan en la sabiduría de la Cabalá. Las personas que están dispuestas a estar en la oscuridad con el fin de alcanzar la espiritualidad atraen hacia sí la Luz hacia la oscuridad, en el espacio de separación entre ellas, comienzan a descubrir el alcance espiritual y la equivalencia con el Creador y la adhesión con Él.
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(De la primera parte de la Lección diaria de Cabalá 3 de enero del 2013, “La introducción al Estudio de las Diez Sefirot”)