Pregunta: ¿Si no hay ningún deseo por la espiritualidad, cómo podemos despertarlo?
Respuesta: Nosotros estamos en un estado en el que o nos despertamos hacia el avance espiritual o el avance espiritual nos despierta. A través de toda la historia, desde el Big Bang que dio principio al universo hasta ahora, nos hemos desarrollado mediante la fuerza de la naturaleza que nos empujó hacia adelante mediante sufrimientos. Esto es llamado evolución. Cada vez, al no tener opción, abandonamos el estado actual y nos movimos hacia el próximo estado que parecía mejor. Nos desarrollamos en el mejor estado hasta que comenzamos a sentir que ya no era tan bueno y nos movimos hacia el próximo estado que parecía incluso mejor.
A menos que sintamos que nuestro estado actual es insoportable, no lo abandonaremos dado que nuestro ego aspira a estar en reposo ¿Por qué debo cambiar algo si me siento bien? Si mi brazo se siente cómodo ahora no lo moveré, pero si siento que otra posición es mejor y aquí no está tan cómodo, entonces esas fuerzas me mueven.
Esto significa que yo nunca me muevo por voluntad propia, y siempre hay fuerzas que influyen y operan en mí ¿Qué son esas fuerzas? El brazo como parte del cuerpo animal se siente mal aquí y se sentiría mejor si se mueve un poco y entonces se mueve.
Es lo mismo con todo en la vida. No hay ninguna diferencia con respecto a la forma en que sopla el viento: existe presión en un lugar y deficiencia en otro, un vacío, y entonces las masas de aire se mueven de un lugar a otro. Siempre debe haber dos fuerzas: una que empuja y otra que tira.
Así ha sido siempre en la evolución de la sociedad humana que ha pasado por muchas transformaciones de un estado a otro: La fuerza negativa la empujó desde atrás y la fuerza positiva tiro de ella desde el frente, una esperanza de algo bueno.
Ahora estamos en un estado muy especial ¿En qué se diferencia de todos los otros estados?
Solía haber un estado uno (1) y un estado dos (2). En el segundo estado yo descubrí un más (+) y en el primer estado un menos (-). En el primer estado operó en mí la fuerza de rechazo y en el segundo estado lo hizo la fuerza que tira desde adelante. Yo me moví de un estado al otro mediante esas dos fuerzas. Esta es la evolución natural sin libre albedrío.
El estado en el que estoy ahora es diferente, dado que tengo libre albedrío. En el estado actual yo descubro un muy gran menos (-), pero no descubro la fuerza negativa, que difícilmente me empuja hacia adelante. Entonces surge una gran pregunta (?): ¿Qué es el estado de libre albedrío? ¿Cómo puedo ser guiado en esto, saber en qué dirección ir, y en qué me convertiré? Esto sólo puedo hacerlo con la ayuda de la sabiduría de la Cabalá.
De otra manera, es imposible entender qué debemos hacer, dado que en todos los estados previos fuimos de un nivel de evolución humana al siguiente, pero ahora tenemos que movernos de un nivel humano a un nivel divino, espiritual. Por lo tanto, nosotros no podemos comprender cómo avanzar y en realidad estamos en la oscuridad. Este es todo el problema.
Entonces por una parte, esto es libre albedrío, dado que no es el cuerpo animal el que dicta hacia dónde debo moverme. Yo me siento impotente y la elección está en realidad por encima de la razón.
Entonces no hay nada que podamos hacer sin la diseminación de la sabiduría de la Cabalá. En esto la nación de Israel tiene que cumplir con su misión y es por eso que estamos en un estado tan especial y peligroso. Ahora llegamos a la vanguardia de la etapa de la historia y aun cuando siempre fuimos «vigilados de cerca», ahora lo estamos más que nunca antes.
(103105 – De la 4º parte de la lección diaria de Cabalá del 19 de Marzo del 2013, «Introducción al Libro del Zóhar»)
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