Eva no hizo nada malo, ella llevó todo al desarrollo

En el libro de Génesis, Eva es descrita como traidora, seductora y astuta, como infractora de leyes; y Adam, es un tipo de mártir, que es manipulado y tentado por una mujer. ¿Podemos aprender algo de esto en cuanto al hombre y la mujer en nuestro mundo? 

 

Por muy tentador que sea, como para decir ‘si’, Adam y Eva, no hablan de un hombre y de una mujer de nuestro mundo. Se refieren a fuerzas espirituales, que son otorgar (hombre) y recibir (mujer), o bien, dos fuerzas de la naturaleza. Esto es, de hecho, el Creador y el ser creado. La Biblia habla de la conexión entre ellos, de cómo el ser creado recibe el placer del Creador, se satisface así y luego se vuelve egoísta. Este es el pecado, la caída de las almas a este mundo y así sucesivamente. 

 

En otras palabras, la historia de Adán y Eva, es sobre nuestras raíces espirituales más elevadas y no sobre un hombre y una mujer. Somos descendientes de Adán y Eva, pero ellos son las fuerzas espirituales que gradualmente se materializaron y llegaron a este mundo después de miles de pasos. 

 

En el Edén, la parte femenina llamada Eva, deseaba incluso ser más santificada y desarrollarse aún más. Por eso, buscó copular con la parte masculina y ascender al nivel del Creador. Es lo que está escrito y lo que estas fuerzas – estas almas – entendieron. De esta forma, se acercaron al Creador, para otorgar. 

 

Eva no hizo nada malo, ella llevó todo al desarrollo. Adán por sí mismo, no era capaz de realizar este pecado, pero con la ayuda de ella, fue hecho. Ellos fueron engañados por el Creador con ese propósito, para incurrir en el pecado, porque toda la cadena de eventos había descendido hasta este mundo material; y a partir de ahí, tenemos que llegar de nuevo al nivel espiritual mas alto.

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