Y después de la restricción, cuando el espacio vacante quedó vacío
Precisamente en medio de la Luz de Ein Sof,
Se formó un lugar, donde podrían residir las emanaciones, creaciones, formaciones y acciones.
(El Árbol de la Vida).
El deseo creado por el Creador se liberó de todo lo que lo creó y comenzó a sentirse totalmente vacío. Y apareció en él la oportunidad de crear deseos. Por regla general, son cuatro y representan los cuatro mundos: Atzilut, Briyá, Yetzirá y Assiyá.
Pregunta: ¿Los seres creados existen solo cuando en un lugar sin la presencia de la luz o del Creador? Si Él está presente ¿No hay lugar para nosotros?
Respuesta: Tenemos lugar solo en la medida en que nos identificamos con esa fuerza.
Fuimos creados con la naturaleza opuesta. Tratamos de dar satisfacción a nuestro “yo” egoísta y no dejamos lugar al Creador. Por eso, en nuestra forma actual no hay lugar.
Si cambiamos para tener cualidades similares a las del Creador, tendremos un lugar en este vacío y se llenará de acuerdo con nuestras cualidades. La luz nos guia hacia la recuperación