Iniciar un diálogo con el Creador

El principal requisito que debe cumplir una persona es tener la reacción adecuada cuando el Creador se dirige a él. El Creador es el primero. El Creador siempre comienza. La persona es la consecuencia, la reacción a la influencia que El Creador ejerce sobre el deseo. Soy una reacción del deseo que ha sido influido por la Luz. La Luz Superior nos viene de arriba a través de cuatro etapas 1-2-3-4, HaVaYaH (Yud-Vav-Hei-Hei). La criatura no tiene ninguna otra conexión con el Creador.

Por lo tanto, debemos tratar de responder adecuadamente a la llamada que nos hace El Creador, es decir, a la percepción del mundo y de nosotros mismos en cada momento. Debemos ser capaces de tener un diálogo permanente con El Creador en nuestra existencia. Él creó una conexión entre el punto inicial desde donde se dirige a nosotros, la punta de la letra «Yud» (Kutso Shel Yud) y la última letra de HaVaYaH – «Hei«, en la cual nos encontramos nosotros y nuestro mundo.

La conexión entre el punto inicial de la letra «Yud» y el último «Hei» incluye los cinco mundos, 125 grados; después de esto, no sentimos una conexión con el Creador. La conexión se revela de inmediato a medida que ascendemos al primer grado, número 125, Maljut del Mundo de Asiyá. Y a continuación, sigue el grado 124, 123, y así sucesivamente, hasta que subimos al Mundo del Infinito, el grado más alto.

Y todo esto está dentro de HaVaYaH, entre el comienzo de la letra «Yud» y el último «Hei.» Este HaVaYaH (mi conexión con el Creador) comienza a ser más y más claro para mí, como si la niebla (la ocultación) se desvaneciera.

Logro la revelación de la conexión dirigiéndome, constantemente, al Creador en respuesta a su influencia sobre mí, tratando de conectarlo todo a Él, según el principio de «No hay nadie más aparte de Él». ¿Cómo se puede reaccionar de la manera más adecuada y efectiva? La reacción más eficaz, dirigida, precisamente, al Creador, en cualquier circunstancia, es tratar de llevar a cabo una acción común de «llamamiento al Creador», junto con los amigos.

Sin embargo, esta llamada sólo es eficaz si se dirige de nuevo a través de la HaVaYaH. Esto se logra mediante la lectura de fuentes cabalísticas auténticas. Cuando lees acerca de lo que sucede en el HaVaYaH, estás dirigiendo Malchut a Keter, es decir, diriges tu unificación a la fuente.

En la medida en que nos unimos, existimos en Maljut. Esto se produce sólo si caminamos juntos, y, al leer El Libro del Zohar, todos juntos, queremos poner en marcha HaVaYaH a través de la Luz reflejada desde su punto inicial: la letra «Yud.» Después de todo, los libros cabalísticos sólo nos hablan sobre la conexión entre Keter, «Yud», Maljut, y la letra más baja «Hei». Por lo tanto, cuando leemos sin la revelación y la comprensión de las conexiones en el HaVaYaH, despertamos esta conexión en nosotros mismos y provocamos que este sistema se revele.

(De la segunda parte de la lección diaria de Cabalá del 28 de Julio de 2010 sobre El Zohar)

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