Karl Marx y la Cabalá

Karl Marx sintió todas las conclusiones cabalísticas bastante bien y las expresó abiertamente, pero al mismo tiempo sin claridad para un cierto grupo pequeño de personas como Lenin y sus asociados. Baál HaSulám escribió acerca de esto:

El trabajo original de Karl Marx claramente indica que él suponía que una vez que las personas comenzaran a trabajar en su egoísmo, ellos se darían cuenta que eso era imposible. Técnicamente, eso es lo que el pueblo ruso sintió una vez que comenzaron a construir el socialismo después de la Revolución. Pero ellos siguieron el camino que, definitivamente, Karl Marx nunca pensó que sucedería: el camino de la fuerza.

Cuando se está configurando una condición de “amor al prójimo”, no se puede imponer esta condición, esta ley,  a través de la fuerza. Esto fue un invento ruso. ¡Eso nunca puede existir!

Pero los Bolcheviques lo tornaron todo de esta manera, y al final ellos crearon el terror y mataron a cuarenta millones de personas. Sin embargo, esto no los condujo a nada. No se puede cambiar la naturaleza humana artificialmente, de acuerdo a nuestra manera de pensar, especialmente a través de la fuerza. Esto es imposible. Cuando se refiere a la naturaleza humana, realmente ¿se puede hacer algo en su contra?

Esta ideología llamada “amor al prójimo” fue impuesta a la fuerza todo el tiempo hasta  los años finales de ese régimen soviético, hasta que las personas se decepcionaron completamente con todo. Sonaba muy bonito en el exterior pero sabemos que internamente no fue más que terror.

Karl Marx asumió que las personas se darían cuenta de la necesidad de unirse y entender que no hay lugar para la explotación, que el capitalismo es corrupto, que la socialización de los recursos y los resultados de la producción son necesarios. Nosotros llegaremos a eso de cualquier manera. La crisis global está guiándonos  a esto. No podemos evitarlo.

Karl Marx escribió todas estas condiciones cabalísticas como leyes económicas. Cada persona debe ser compensada por su trabajo solo con lo que ellos necesitan para existir en este mundo. Esto se refiere a lo que cualquier persona necesita para existir normalmente: un apartamento, un trabajo, una familia, vacaciones, pensión, servicios de salud, educación, todo lo que uno necesita en el nivel de nuestro mundo, en la sociedad humana. Cada persona debe tener estas cosas.

Pero todo lo que esté más allá de esas necesidades, se convierte en propiedad pública. Y solamente debe ser usado para el beneficio de la sociedad, y solamente al alcance necesario de la sociedad. Sólo entonces estaremos en balance con la naturaleza.

(34053 – De la lección 3, Convención de Berlín del 01/28/2011)

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