La civilización antigua que vivió en Israel – ¡No construyeron nada!

Comentario: Nos parece que en la antigüedad la gente era primitiva. Pero usted dijo que era claramente consciente de su conexión.

Mi respuesta: ¿De qué manera eran primitivos? Veinte generaciones de judíos antes y después de Adam, diez antes de Noé y diez desde Noé hasta Abraham no eran primitivas. Trataban de alcanzar el mundo superior en su conexión. Entendieron que ese era su destino y que por eso existían en este mundo.

Por lo tanto, no hicieron nada innecesario ni crearon grandes monumentos ni palacios ni estatuas de deidades. ¡No construyeron nada! No lo necesitaban. Hacían trabajo interno. Todos tenían un lugar donde dormir, pan, agua, carne y leche, todo lo que necesitaban, y eso bastaba.

Mira la civilización antigua que vivió aquí en Israel ¿qué dejó atrás? Nada. Por supuesto, había ciudades y asentamientos, pero muy simples.

¡Y el Templo! ¿Qué había en este Templo? Nada especial. Doscientos metros por doscientos, incluso menos.

Todo era muy simple, porque buscaban su desarrollo espiritual interno. Y cuando se fueron al exilio, a todos los países del mundo, no perdieron prácticamente nada; se llevaron un libro y se fueron. Vivían con valores totalmente diferentes.

¿Y qué hicieron los griegos y los romanos? Cuando fui por primera vez a Washington, eché un vistazo: “¡Esto es Roma, una y la misma!. Edificios y columnas, esto es toda la antigua Grecia”. Es lo mismo en Berlín. El Reich milenario es heredero de Roma. Y en Rusia también construyeron algo similar.

Y aquí no hay nada de eso. ¿Dónde se construye algo aquí? ¿o dónde puedes conseguir algo de la historia antigua que te gustaría restaurar? No hay nada. Simplemente se necesitan edificios ordinarios, vivir allí y eso es todo. Lo demás es interno.

Incluso los edificios modernos, a nadie le importa lo que son. No hay arquitectura ni música especial ni literatura en el sentido cultural. ¡No hay nada y no se necesita nada de esto! Lo único que se necesita es un entorno de vida normal, tener ropa, zapatos y alimento, lo necesarios para que el cuerpo viva. Lo demás es solo espíritu.

 

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