Tenemos que cambiar a la gente de alguna manera, y aquí nos encontramos con un fenómeno muy interesante: la naturaleza nos obliga a pasar de una sociedad de consumo excesivo a una sociedad de consumo razonable, en equilibrio y armonía, porque cuando consumimos de manera igualitaria y nos damos unos a otros y a la naturaleza, al mantener esta ley de equilibrio como la ley principal de la naturaleza, un gran número de personas serán liberadas del trabajo.
Esto significa que, con la ayuda de la crisis, la sociedad futura que ya está empezando a tomar forma gradualmente lo cual dará como resultado que las personas trabajarán muy poco. Ellas no tendrán que trabajar diez horas al día. La actitud errónea hacia el uso de nuestro tiempo debe ser sustituida por la creación de nuevas relaciones entre las personas. De hecho, esto requerirá mucho tiempo.
Hemos estudiado este asunto y hemos llegado a la conclusión de que para los cientos de millones de personas que pronto estará libres del trabajo (simplemente no habrá trabajo para ellos), tenemos que establecer una enorme universidad mundial. Nosotros debemos enseñarles a estas personas acerca de la actitud integral hacia los demás y hacia la naturaleza.
La actitud integral correcta de la cooperación mutua liberará tales fuerzas que todo será suficiente para todos.
De acuerdo con todos nuestros cálculos y datos, no hay nada en el mundo que nos falte. El único problema es que el hombre no puede distribuirlo todo adecuadamente debido a la codicia, por causa de su ego.
Si tomamos a todos los desempleados y creamos una universidad, clases, y clubes donde la gente vaya a aprender la educación integral, crearemos una sociedad totalmente diferente, que estará satisfecha, será equilibrada, ya no buscará el exceso de saciedad, y realmente se sentirá feliz.
Es sabido que en los últimos años, se ha desarrollado la así llamada «economía de la felicidad», la cual lo mide todo no por la cantidad de dinero, sino por la forma en la que la persona siente la vida. En principio, a esto es a lo que necesitamos llegar.
No hay nada artificial aquí. La vida nos obliga simplemente a estudiar todos los procesos que tienen lugar en la sociedad y cómo podemos equilibrarlos. A esto nos empuja la naturaleza.
(74313 – De una lectura en la Universidad de Šiauliai, Lituania del 3/22/12)
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