La envidia, la pasión y el honor, sacan a la persona de este mundo

Pregunta: Hoy en día, muchas personas hacen la pregunta: “¿Qué deseos son míos y cuáles me fueron impuestos por la sociedad? ¿Por qué la sociedad determina lo que es bueno para mí, si internamente siento que no es bueno en absoluto, al menos para mí? ¿Cómo puedo aguantar esta sociedad?” 

¿Usted está diciendo que los sentimientos como la envidia y los celos, se consideran positivos en la Cabalá? 

Respuesta: Por supuesto. Nos desarrollan. Imagina un niño que no observa a los adultos y no quiere ser un adulto. Desafortunadamente, se quedará sin crecer. 

Imagina a los científicos que no envidian a otros y no luchan por hacer más que el otro; imagina a las personas que no compiten y no ser ricos, fuertes, superiores y demás. A fin de cuentas, todo esto nos hace humanos y maneja el progreso; de otra forma, no habríamos bajado de los árboles. 

Comentario: Pero, mientras crecimos, todo el tiempo se nos dijo: “Ser egoísta es malo”. 

Mi Respuesta: No, es muy bueno. 

El término “Cabalá”, viene de la palabra “recibir”. Cuanto más quiere una persona recibir, más grande se vuelve. Todo el problema es cómo utiliza esta característica natural. Si se nos dió por naturaleza, no puede ser mala. 

Que sea bueno o malo, depende de nuestra implementación. Por lo tanto, a los niños se les debe decir: “Envidia solo lo que es bueno e intenta volverte más grande que él. Observa cuán bien lo hace y tú, lo haces aún mejor que él. Observa cuán fuerte es y tú, te vuelves aún más fuerte que él. Observa cómo puede dibujar o hacer cualquier otra cosa —inténtalo, tal vez tú también puedes”. 

Se dice: “La envidia, la pasión y el honor, sacan a la persona de este mundo”. Ya sea que lo maten, por así decir, o que por el contrario, lo eleven al mundo espiritual —es el punto. Estas son las cualidades naturales más fuertes, inherentes solo al hombre. Todo depende de cómo las utilicemos: ya sea para dañar o para beneficiar. 

Hay una anécdota del punto de vista de la nieta de “El decembrista”, sobre la revolución. Le dijeron a ella: “Estamos haciendo una revolución para que no haya ricos”. Ella respondió: “Mi abuelo también quiso hacer una revolución, pero para que no hubiera pobres”. 

Es decir, la diferencia está en el vector, hacia dónde vamos, a qué nos estamos dirigiendo —ya sea al bien o al mal. Y las cualidades mismas, son las herramientas para nuestro desarrollo. Nunca deberían suprimirse en el niño. Al contrario, dejarlo sentir envidia, permitirle sentir celos, dejarlo sentirse orgulloso; todo es muy bueno. 

En definitiva, se pueden llamar ambiciones. Grandes ambiciones llevan a la persona hacia algo grande.  

 

Mira el video, ¿Cuál es la RAÍZ ESPIRITUAL de la ENVIDIA?

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