Todos los días escuchamos en las noticias sobre millones de casos de coronavirus y miles de muertes. La pandemia continúa extendiéndose y no se vislumbra un final. Al principio, esperábamos que pasarían un par de semanas y la epidemia terminaría. Pero ya nadie lo cree. Están empezando a decir que no hay cura para el coronavirus y que lo más probable es que no podamos crear una vacuna.
Habrá alguna mitigación pero no habrá una protección verdadera. Ya ha habido ejemplos de esas enfermedades. O regresan con regularidad o están circulando constantemente entre nosotros. Por lo tanto, no debemos esperar el fin de la pandemia, que, como se supone, llegará en uno o dos años. Terminará cuando la terminemos. No depende del tiempo, sino de nuestro trabajo.
Al mundo le falta comida, dinero y placer. Pero si queremos una buena y mejor vida, debemos conocer las leyes de la naturaleza y cumplirlas adecuadamente. La ley primaria de la naturaleza es la dependencia integral, es decir, somos en un organismo único. Si una parte del cuerpo se rompe, sufre y sufre todo el cuerpo.
¡Pero el estado de la humanidad es tal, que todos estamos divididos, separados, sin buen otorgamiento mutuo! Por eso, somos como un cuerpo roto que no tiene forma de volver a la vida. Debemos cuidar nuestra conexión. Esto es ecología correcta, la integralidad de la naturaleza manifestada en todos sus niveles. Debemos conectarnos correctamente, porque la naturaleza nos obliga a hacerlo.
La naturaleza nos dice: “¿Quieres dinero, respeto, salud, comida y entretenimiento? ¡Lo tengo todo para ti! Solo paga. ¿Con qué? -con tu contribución.”
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De la lección diaria de Cabalá 24/sep/20, «El trabajo con Fe por encima de la razón”
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