La escalera de los deseos

Laitman_712_03Pregunta: Nuestros deseos siguen creciendo. ¿Cómo podemos convertirlos en una escalera en la que sólo podamos ir hacia arriba y sentir la ascensión?

Respuesta: Hay dos estados en la creación: absoluto otorgamiento y absoluta recepción. La distancia entre ellos se llama escalera y en cada paso de la escalera hay cada vez mayores deseos. Al ascender por la escalera se adquiere la forma de una intención de otorgar cada vez mayor. El deseo en sí, es el deseo de recibir, mientras que la escalera determina la intención con el fin de otorgar. De hecho, al principio hemos sido creados como seres que sólo pensamos en nosotros mismos y que utilizamos todos nuestros deseos en nuestro propio interés. Somos incapaces de dar nada, sólo podemos recibir de los demás.

Pero cuando utilizamos la Sabiduría de la Cabalá, atraemos la energía especial de otorgamiento, que comienza a operar en nuestro deseo egoísta general y lo corrige capa por capa, al añadir el atributo de otorgamiento al atributo de recepción. Cuando la Luz Superior actúa e influye en el deseo de recibir, se divide en 125 niveles de corrección, formando una escalera llamada «escalera de Jacob» Así es como nos corregimos hasta llegar al otorgamiento completo, cambiando la forma de nuestro enorme ego al atributo de recibir con el fin de otorgar.

Cuando usamos los dos principales atributos de la creación, el atributo de recepción y el atributo de otorgamiento, llegamos a la igualdad con el Creador. Al mismo tiempo, no desaparecemos en Él, ya que, por un lado nuestro deseo de recibir se mantiene y sólo adquiere una forma externa de otorgamiento, pero por otro lado, recibir con intención otorgar nos hace similares al Creador. Esto significa que en el exterior nos parecemos a Él e, internamente estamos hechos de deseo de recibir. Así es la corrección.
[161780]
De Kabtv “Conversaciones con Michael Laitman” 10/jun/15

Material relacionado:
Ascendiendo los peldaños de la escalera por medio de la Luz del Zohar
125 escalones de unidad
La escalera de Jacob

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *