La exactitud de la felicidad

En las noticias (The New York Times): «Solo con su psiquiatra, el paciente confió que su recién nacido tenía serios problemas de salud, su esposa atormentada le gritaba y había empezado a beber de nuevo. Con su vida y su segundo matrimonio destrozado, el hombre dijo que necesitaba ayuda.

«Pero el psiquiatra, Donald Levin, lo detuvo y dijo: ‘Espera. No soy tu terapeuta. Podría ajustar tus medicamentos, pero no creo que sea apropiado’.

«Igual que muchos de los 48,000 psiquiatras del país, el doctor Levin, en gran parte debido a los cambios de lo que el seguro le paga, ya no ofrece terapia, la forma de psiquiatría popularizada por Sigmund Freud y que dominó la profesión por décadas. En su lugar, prescribe drogas, por lo general después de una breve consulta con cada paciente. Así que Levin envió al hombre al terapeuta menos costoso con una crisis personal inexplorada y sin resolver.

«La medicina está cambiando rápidamente en Estados Unidos, de una industria artesanal a otra dominada por grandes grupos de hospitales y corporaciones, pero significa la pérdida de intimidad entre médicos y pacientes. Y ninguna especialidad ha sufrido esta pérdida más profundamente que la psiquiatría. … «

Mi comentario: Todo se desarrolla bajo la influencia de los economistas, porque se considera que la humanidad los necesita, pero sus cálculos son demasiado simples. Comenzarán a mezclar drogas que traen felicidad en el agua o cualquier otra cosa y todos irán con una sonrisa feliz en su cara sin pensar en otra cosa.

Parecerá que todo está bien: seremos más amistosos; cederemos el asiento en el transporte público y pondremos fin a la guerra. ¡Todo será genial!

¿Por qué no nos comportamos así? ¡Simplemente porque hay una fuerza superior que no nos permite hacerlo! No nos permite hacerlo ahora. Está en contra y no nos permitirá quedarnos dormidos. El Creador no nos deja ser felices.

Pregunta: ¿A dónde nos empuja y nos conduce?

Respuesta: A la felicidad, con el palo. Felicidad es un estado en el que nos parecemos a Él, es decir, nos volvemos totalmente diferentes a nuestra naturaleza actual. Nos amamos, nos uniremos y haremos amistad entre nosotros dando todo a los demás. Eventualmente, la Luz superior, su satisfacción, aparecerá gradualmente en nosotros de acuerdo con nuestras acciones egoístas.

Pregunta: ¿Y si lo hacemos bajo la influencia de medicamentos?

Respuesta: La medicina no funcionará y tú tampoco. Este no es todo el problema, no podremos sentir nada. La diferencia es que tienes que quererlo tú mismo. Lo harías si pudieras tomar una píldora y el problema se hubiera resuelto hace mucho.

Se trata de un sistema muy complicado que tiene que descender desde arriba.

Espero que aún podamos atraerlo en cierta medida, para que caiga sobre nosotros y comience a dar forma a la gente, de manera similar, para obligarnos a ser compatibles. Así comenzaremos a sentir hasta qué punto un nuevo sentimiento puede emerger de la compatibilidad mutua, un mundo infinito nuevo, perfecto y eterno, que nos quiere despertar y nos empuja hacia arriba.

Tenemos que actuar como niños pequeños, con los ojos abiertos y no como viejos cansados que escarban, igual que la humanidad lo hace hoy: existe y eso es todo. Observo a la gente y veo que vive como si estuviera medio dormida, sin elección. En espiritualidad hay un incentivo totalmente diferente en la vida y lo demostraremos a la gente. Ésta es realmente la diferencia entre los antidepresivos y el Creador, nuestro propio anhelo de avanzar, ardiendo con entusiasmo, no con química, empujandote.
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De Kabtv «Noticias con Michael Laitman» 28/dic/16

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