La influencia diversa de la Luz

Dr. Micahel LaitmanLa Luz es la característica de otorgamiento, y el Creador es identificado en nuestra percepción de la Luz. De hecho, existe la Luz superior y algo más elevado, su origen, que puede no tener las mismas características, es decir que es algo que está completamente desconectado de nosotros.

Esto se debe a que sentimos al Creador con nuestras características, con nuestras sensaciones, con nuestros Kelim, con nuestros sentidos; y a través de éstas, nosotros lo juzgamos a Él, atribuyéndole los nombres y las características apropiados. De hecho, no sabemos cómo sentirlo a Él por fuera de nuestros sentidos y tampoco conocemos su imagen. La persona le da nombres al Creador de acuerdo a la forma en que ella lo percibe.

Sentir al Creador puede ser algo diverso, multifacético, y variado. A la Luz la llamamos la sensación del Creador que nos enseña, nos corrige, nos llena, y nos moldea. Se trata sólo de la forma en que un niño percibe a sus padres en diversas formas, como maestros y educadores, como protectores y como aquellos que se preocupan por él.

Así que la Luz es una percepción del Creador, en la cual, en principio, nosotros no lo sentimos a Él, pero sentimos el poder que nos moldea, nos corrige, y nos cambia para que nosotros podamos sentirlo a Él.

En otras palabras, la influencia del Creador sobre nosotros, la cual nos prepara para sentir al Creador, es llamada Luz. Ciertamente, el Creador y la Luz son la misma cosa. Esto se debe a que por fuera de nosotros sólo existe esta fuente. Además de Él sólo existimos, como una sola persona. En última instancia, cada uno de nosotros empezará a percibir sin intermediarios que todo lo demás son partes de Él.

En cualquier caso, nosotros lo percibimos todo de esta forma. Al principio necesitamos la Luz del Creador y sólo después de esto deseamos la adhesión con Él. Esta es la relación correcta con Él. Si quieren lograr un estado de similitud con El, relacionarse con Él como Él se relaciona con ustedes, entonces deben pensar cómo cambiarse y corregirse a sí mismos. En este caso, es posible acercarse a Él. Entonces nuestra relación con la Luz estará dirigida hacia su corrección y a ser similar al Creador con otorgamiento mutuo, como el anfitrión y el invitado.

De todas maneras, la Luz está dividida en muchas influencias diversas sobre nosotros. Esta es la Luz de la razón o la Luz de las sensaciones, bajo cuya influencia empezamos a sentir y a entender qué somos y de qué manera estamos separados del Creador.

Cada conocimiento es construido sobre nuestra diferencia con el Creador. Incluso en nuestro mundo cuando yo percibo la gente que hay a mi alrededor o un estado en particular, sin importar de qué se trate, en cualquier caso, nosotros estamos sintiendo al Creador. Nos parece que se trata de algunas personas o imágenes, pero sólo estamos sintiendo al Creador.

Así que no debemos engañarnos a nosotros mismos. Cuando la persona está involucrada con algo o alguien, especialmente con amigos, tiene que entender que está involucrada con el Creador. «No existe nadie más aparte de Él». Esta es una de las explicaciones; que no existe nada más aparte de la persona y el Creador. Y todo lo demás que nos parece que existe, son fragmentos de mi alma. Entonces, lo principal es la relación con el Creador, puesto que esto es la Torá.

La Torá son todos aquellos estados que tenemos que atravesar hasta la plena semejanza y equivalencia con el Creador. Esta es toda la Luz que debemos percibir de modo que dentro de nosotros ocurra un cambio desde nuestra primera característica egoísta hasta  la realización plena de la corrección.

Primero pasamos por una contracción del ego; después de eso su neutralización, y después una corrección, es decir, el uso del ego con el propósito del otorgamiento. En la medida de estas correcciones, percibimos al Creador y empezamos a ver que Él se relaciona con nosotros como un padre preocupado que nos enseña.

Específicamente sentimos la influencia del estudio, y a esto le llamamos «Luz». Y cuando la medida de esta influencia se realiza a sí misma, entonces, como resultado de esto, sentimos al Creador mismo. Y nosotros lo sentimos a Él de manera diferente, de una manera nueva todo el tiempo, gracias a esas características y observaciones que ya están corregidas.

(142476 – De la Convención en Sochi del 25 de Agosto del 2014, Lección 2)

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