No hay coincidencias

Dr. MIchael LaitmanBaal HaSulam, «La esencia de la sabiduría de la Cabalá»: De hecho, si toman el cuerpo de un animal pequeño, cuya única tarea consiste en alimentarse de tal forma que éste pueda existir en este mundo el tiempo suficiente como para engendrar y continuar su especie, ustedes encontrarán en él una estructura compleja de millones de fibras y tendones, como lo han descubierto los fisiólogos y anatomistas. Y hay mucho allí que los humanos aún no han encontrado. De lo anterior, pueden deducir la gran variedad de temas y canales que deben conectarse con el fin de lograr y revelar esa meta sublime.

¿Hemos pensado alguna vez acerca de la esencia del proceso llamado evolución? ¿Cómo toda la materia del universo con toda su complejidad y variedad fue creada a partir de una pequeña partícula, de un grano, de la primera materia desconocida que fue la base de la creación? ¿De acuerdo a qué plan y a qué leyes ocurrió todo esto? ¿Qué determina la naturaleza inanimada, vegetativa, animada y el cuerpo humano?

Parece que pensamos que todo sucede por sí mismo, pero ¿es eso posible? ¿Es posible dar un paso hacia adelante sin saber claramente para que lo estamos haciendo? Por el contrario, «ir a la deriva» nos mete en problemas.

Pero seguimos creyendo que hay partes redundantes en nuestro cuerpo o en la naturaleza en su conjunto, en el vegetativo y el animado, que la naturaleza ha olvidado y ha dejado al azar. Nosotros le atribuimos a la naturaleza tales faltas después de las cuales hubo más intentos… pero uno juzga de acuerdo a sus defectos. Le atribuimos nuestras cualidades a la naturaleza.

Se nos dice en primer lugar que pensemos, luego actuemos. No hay un solo detalle en la evolución que no haya sido predeterminado, que no se dirija hacia la meta final, y que no esté ya en el estado del final de la corrección. Por lo tanto, no hay nada nuevo en todo el proceso a excepción de lo que el ser creado tiene que desarrollar por sí mismo. La evolución guía el ser creado, lo prepara, y lo obliga a establecer el nuevo componente adicional: la adhesión, el reconocimiento, la comprensión, y su propia sensación del Creador. Todas las otras cosas se desarrollan con el fin de llevar a la persona al elemento que tiene que establecer por sí misma. Por lo tanto, todo está predeterminado y nada es casual o aleatorio como piensan los diferentes los filósofos y científicos.

Tenemos que tratar de imaginar alguna manera este enorme mecanismo que incluye y abarca el principio y el final de la creación, incluyendo todos los procesos, y todo lo posible, todos los detalles por separado y en su conjunto, en todos los niveles que aún se desconocen y no se entiende. Todo esto es una red de fuerzas, un sistema del que nos habla un poco la sabiduría de la Cabalá, y nosotros ni siquiera podemos entender esta explicación. Pero al final de nuestra evolución, este sistema será nuestro internamente, y entonces lo sentiremos, lo controlaremos, y lo entenderemos.

Tenemos que entender que no hay un solo detalle en nuestro mundo que no esté conectado con el resto del sistema, y ​​que todas las leyes también están relacionadas  con él. Cuando un individuo realiza una acción determinada es porque se ve obligado a hacerlo y él causa la reacción de todo el sistema que responde y avanza en consecuencia.

Por lo tanto, todos avanzan juntos desde el principio hasta el final y desde el final hasta el principio. Pensamos que comprendemos algo en nuestro mundo, pero este es sólo una parte insensata de un sistema que tendremos que descubrir; a todo esto se le llama la sabiduría de la Cabalá.

(141801 – De la 5° parte de la lección diaria de Cabalá del 19 de Agosto del 2014, Escritos de Baal HaSulam)

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