La libertad del ángel de la muerte

Recibí una pregunta: Me gustaría mucho que pudiera explicar la siguiente cita del artículo de Baal HaSulam, «La Libertad«:

«Mientras que si no existe tal chispa en el hombre, sino que todas las chispas de su esencia están vestidas en otorgar alegría a quién las creo, entonces no está ausente o muerto. Pues aún cuando el cuerpo se nulifica, se nulifica del aspecto de recepción para su propio beneficio en el que se viste el deseo de recibir y no tiene derecho de existir sino a través de él.»

No lo comprendo. ¿Cómo es posible que cuando este cuerpo muere (que usted dice se percibe como cambiar de camisa), el deseo de otorgar no muere con él? Cuando me muera, aún cuando tenga el deseo de otorgar, no podré otorgarle a nadie. No podré realizar mi deseo.

O suponga que en lugar de morir, sobreviví a un accidente automovilístico o a una enfermedad grave y perdí mis miembros o tuve un daño cerebral, entonces aunque esté vivo no podré otorgar. Sin el cuerpo no podré otorgar a sus amigos o participar en la difusión. ¿Así es que cómo nuestro deseo continúa su existencia y se realiza si el cuerpo ya no existe?

Mi respuesta: He aquí una explicación de la cita de Baal HaSulam que usted indica: «Mientras que si no existe tal chispa en el hombre, sino que todas las chispas de su esencia están vestidas en otorgar alegría a quién los creo, entonces no está ausente o muerto. Pues aún cuando el cuerpo (egoísmo) se nulifica, se nulifica del aspecto de recepción (el deseo) para su propio beneficio en el que se viste el deseo de recibir y no tiene derecho de existir sino a través de él.»

Los deseos permanecen. Lo que cambia es su intención o «vestidos». Nosotros vivimos dentro de estos deseos y también percibimos nuestro cuerpo, o su presencia, dentro de un cierto deseo, que se revela en nuestro «Yo» por un período de tiempo (nuestra vida) y después disminuye y desaparece. Esto es lo que nos da la sensación de vida y la gradual muerte del cuerpo.

Lea la «Introducción al Libro del Zohar» y verá lo que la Cabalá nos quiere decir con lo siguiente:

  • La muerte del cuerpo – la muerte de la intención egoísta;
  • La renovación del cuerpo – el nacimiento de una intención altruista.

Sólo percibimos nuestro cuerpo animado hasta que corregimos toda nuestra alma; esto quiere decir, hasta que corregimos todos nuestros deseos de «para mí mismo» a «para los otros, para el Creador.» Entonces, la percepción del cuerpo va a desaparecer, porque el deseo en el que percibimos este cuerpo se corregirá para otorgar y será eterno porque nos ayudó a corregir todos los deseos.

Tome esto como base: Sólo hay la Luz y el deseo y usted siente todo (este mundo o el mundo por venir) dentro del deseo. Todo depende del deseo, su tamaño, calidad y semejanza con la Luz.

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