La llave para el equilibrio esté en las manos de la persona

laitman_2007-03_ba-iam_066_wpToda la realidad está en equilibrio y sólo la persona, con su fuerza egoísta, lo vulnera y provoca todos los problemas. Toda la Naturaleza aspira a la homeostasis. Es una ley general del universo: dos fuerzas opuestas siempre deben estar equilibradas.

La luz y el Kli siempre estarán juntos y siempre serán opuestos. Sin embargo, la persona tiene que estar en la línea de en medio. Esta es la condición para la existencia perfecta. Cuanto más lejos se encuentre la persona de la línea de en medio,  más sufrirá a medida que vaya desarrollándose y los sufrimientos lo obligarán a encontrar la solución: la línea de en medio, el equilibrio correcto entre dos contraposiciones.

Una persona no debe intentar destruir una cosa por el bien de otra, ya que no hay nada en el mundo que haya sido creado en vano. Todo tiene su lugar. Por lo tanto, no trates de corregir a la Naturaleza que te rodea. Corrígete solamente tu mismo, porque eres tu quien debe equilibrarse con la Naturaleza.

Aparte de ti, no hay nadie que esté en desequilibrio. Después de todo, la naturaleza está estructurada de tal manera, que todos los demás se comportan instintivamente por la ley de equilibrio. Y esto fue dispuesto con toda intención para que tú utilices tu libre albedrío para corregirte y alcances el equilibrio: la conexión con otras almas y con el Creador.

No obstante, tú no puedes lograrlo por tu cuenta. Únicamente debes exigir que ocurra,  que llegue la Luz que te devuelva a esa unión.

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