La más cobarde de todas las criaturas

ozadachili_100_wp[1]El Zohar: Cuando el hombre pecó a causa del Árbol del Conocimiento, perdió toda su Luz y se le dejó con el deseo más bajo de todas las criaturas (sin una pantalla). Se le vació de Luz y comprendió que él es la más despreciable de las criaturas en el mundo (porque la fuerza de su deseo es más grande que su pantalla). Así se convirtió en la más cobarde de todas las criaturas.

El resto de las criaturas son más fuertes que el hombre. Esta es la realidad. Ni siquiera nos damos cuenta hasta qué punto somos más débiles que las otras criaturas, como los microbios, los insectos, los pájaros y los animales y hasta qué punto dependemos de ellos para todo.

Nuestro deseo es el más áspero; tiene el Aviut más grande (espesor) y ni siquiera tenemos una pantalla para ocultarlo, para protegernos de nosotros mismos. Por eso es que “el ser humano” dentro de nosotros es tan pequeño y su deseo es tan débil, que en el momento que surge un deseo animal en nosotros (como los deseos de riqueza, honor, sexo y otros placeres), de inmediato nos rendimos, dejamos que nos controlen y buscamos la forma de satisfacerlos.

No tenemos poder sobre estos deseos, pueden hacer lo que quieran con nosotros. Y eso significa que un hombre es más débil que las otras criaturas: “el ser humano” dentro de mi es más débil que todos mis otros deseos interiores.

El Zóhar: Y cuando el hombre peca, se le dice que un mosquito es más valioso que él. Pero si no pecó y conservó su pantalla, entonces habrá convertido sus deseos en méritos y habría alcanzado la Luz más elevada.

 Pero cuando peca, pierde el grado de Luz y se le deja con un gran deseo vacío que se convierte en un defecto. Y entonces incluso un mosquito es más valioso que él puesto que fue creado con un deseo más puro.

Ninguno de estos deseos animados dentro de mí tiene libertad de elección y por lo tanto no se requiere que lo corrija. Tengo que corregir sólo lo que pertenece al nivel “humano” en mi. Después, todos mis otros deseos se unen al nivel “humano” que es el único nivel por el que me tengo que preocupar.

Tengo libertad de elección y una conexión con el Creador en el nivel de los “deseos” humanos. Los otros deseos sencillamente se unen y apoyan al “ser humano” en mí.

(Extracto de la lección sobre El Libro del Zohar, correspondiente al 07 de diciembre 2009.)

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