La nación de Israel: Restaurando la interconexión

Estamos viviendo en un tiempo muy especial, muy sensible en el que el curso de los eventos está acelerándose rápidamente y se abren ante nosotros muchas direcciones de desarrollo. Es obvio que la nación de Israel es un factor que puede guiar a la humanidad en una dirección u otra; más aun, esos vectores tienen relevancia en cuanto a un cambio vida, tanto para la nación israelí como para el mundo como un todo. Todo lo que los sabios han escrito ha resultado cierto en el transcurso de la historia hasta el día presente, esto sucede en su momento correspondiente y con un orden específico. Y hoy, la nación de Israel debe cumplir con su propósito de acuerdo al principio de las tres líneas. Por una parte, avanza usando el deseo egoísta que tiene cada persona, pero por otra parte, realiza el deseo altruista. De esta manera combina el egoísmo, del cual todos tenemos bastante, con el llamado a la ayuda mutua, que siempre ha sido inherente a Israel. Cuando esas dos aspiraciones se apliquen correctamente, la nación se unirá en una «línea media», en el medio. Entonces establecerán el tipo correcto de relaciones mutuas en su propio entorno, y será capaz de dirigirse adecuadamente al mundo. Hoy, lamentablemente, la nación de Israel no está muy cercana a la realización de este camino especial. Sin embargo, el hacer cambios es algo que reposa específicamente sobre Israel. Si realmente actúa de esta manera y le transmite este método de interacción mutua al mundo entero, será la así llamada «Luz para las naciones», y entonces todos sentirán necesariamente que hay una manera maravillosa de salir de la crisis y ascender. Un profeta ha escrito: «Todos Me conocerán, desde el más pequeño hasta el más grande». En otras palabras, la Fuerza superior, el bueno que hace el bien, será revelado en nuestro mundo. Naturalmente, «La Torá saldrá de Sión, y la palabra del Creador de Jerusalén». Sin embargo, es además necesario considerar el papel de las comunidades en el extranjero que influyen en el estado de Israel y su gobierno. Francamente, pienso que la nación de Israel estaría interesada en un fuerte incremento en esta influencia y en que ésta se vuelva más cercana y mutua. Hoy no podemos sentirlo mucho. Naturalmente, los judíos de Francia o de los Estados Unidos, están preocupados por Israel y lo ayudan mucho, pero ellos no están lo suficientemente representados en el país, no tienen una conexión lo suficientemente fuerte con la nación para que esta realmente sienta su presencia. Sus artículos y peticiones no son publicados en los diarios, y a pesar de que las personas saben que existen y que ellos buscan acciones urgentes y reuniones, actúan en contra de la asimilación y del antisemitismo por el beneficio de las personas, en organizaciones sociales, femeniles, y juveniles, y las personas aún no sienten que estén entre ellas. Y el problema no es su presencia física, sino la percepción que se transmite a través de medios masivos, de los eventos actuales. Esto es muy importante. Asumo que esta conexión necesita reforzarse y mantenerse. La separación realmente debilita al pueblo judío; después de todo, este fue creado a partir del amor. Sus bases fueron establecidas por Abraham, literalmente «el padre del pueblo» (Ab ha-am), que ha establecido la base del amor, la misericordia, y la unidad mutua para este. Cuando las personas fallan en mantener esta conexión, pierden su fuerza, se vuelven tan débiles que se puede hacer cualquier cosa con ellas. Y al contrario, ejemplos históricos, como la guerra de los macabeos, muestran que al unirse, la nación alcanza un verdadero éxito, sin importar qué problemas afronte.    
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De la Lectura Introductoria «La Influencia de los Medios de Comunicación» del 6/5/12

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