La vida tras la cortina del Tzimtzum

Dr. Michael LaitmanNosotros trabajamos afrontando la simple Luz Superior que llena toda la realidad, que es buena y benevolente con todos sin excepción, con los malvados y con los buenos. Es decir, ésta no tiene forma o distinción. En la Luz Superior no hay colores.

Y queremos estabilizarnos como esta Luz superior, sólo  que nuestra forma estará basada en el deseo de recibir, es decir en lo opuesto de la Luz. Pero debe ser similar en cada forma de su comportamiento externo.

De allí se deduce que tanto el Kli, como su llenado y el comportamiento del Kli, deben estar todos dentro del deseo de recibir. Esta es nuestra sustancia en la cual lo situamos todo. Incluso la ley de NRNHY que descubrimos simbolizada en letras: La letra «Yud» es llamada Luz de Jojma, la letra «Hey» es llamada Luz de Bina porque la forma del otorgamiento desde el lado del Kli es llamada Luz.

Y así es como esto está en todo, porque la Luz del Infinito en sí no se siente, ésta desaparece después de la primera restricción (Tzimtzum Alef). Nosotros podemos alcanzar la Luz detrás de esta cortina, tras la primera restricción, sólo al darles a nuestros deseos, a nuestro Kli, que ha sido creado a partir de nuestra forma mental o material, similar a la Luz que se encuentra donde quiera que esté detrás de la cortina.

 Dr. Michael Laitman

El deseo de cada uno de nosotros incluye dentro de sí cinco niveles: 0, 1, 2, 3, 4. Y todas las formas que recibimos en nuestro anhelo de asemejarnos a la Luz Superior permanente, las determinamos a través de los cambios que ocurren dentro de nuestro deseo de recibir. La Luz Superior en sí es permanente y simple, llena toda la realidad, y no hay cambio en ella. Ésta actúa permanentemente como amor absoluto, como un mar de Luz.

Todos los cambios ocurren sólo dentro del Kli por medio del descubrimiento de nuestras Reshimot, a través de las comunicaciones entre nosotros. En cada uno de nosotros, en cada momento, se descubren nuevas Reshimot, algunas veces en uno y algunas veces en otro, y todos nuestros vínculos con cada uno cambian su forma. Y de allí provienen todas las diversas formas de Adam, de aquel que es similar al Creador.

Por lo tanto, el Kli espiritual son letras, su llenado también son letras, y nuestro trabajo son las letras del trabajo. Todo se deriva del deseo de recibir. Y la diferencia está sólo en la forma en que nosotros lo manejamos y usamos para el Creador que es bueno y benevolente, trabajando en «fe por encima de la razón».

Si toda la gran cantidad de cambios que suceden dentro de nosotros se corresponden con el Bueno y benevolente como la madre que pide a sus hijos que sean buenos, entonces nos dan entendimiento, sensación, y alcance del Creador, los cuales nacen dentro de nosotros y no descienden de algún lugar arriba. Este es un punto muy importante porque nos dirige hacia el trabajo práctico porque nos obliga a relacionarnos correctamente con todo lo que sucede dentro de nosotros y en la conexión entre nosotros. Vale la pena prestarle atención a todo esto, porque específicamente aquí descubrimos al Creador. Y esto simboliza que el Creador se revela entre nosotros.
(127401)
Del Taller de Unidad del 2/13/14

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