La vista en la ventana de un tren veloz

La esencia de la crisis global es que la humanidad se ha «estancado» o «empantanado» en la naturaleza y no sabe qué hacer. La naturaleza nos está mostrando su lado rudo, amenazándonos con crisis en varias áreas, y no tenemos respuesta para ese reto.

Por una parte, nos desarrollamos dentro de nuestra naturaleza y hemos llegado a un resultado completamente de acuerdo con su ley. Si tuviéramos la oportunidad de regresar el tiempo algunos siglos y hacerlo otra vez, aun así, tomaríamos el mismo camino.

Eso es porque esta es exactamente nuestra naturaleza, el deseo egoísta creciente con todos sus derivados. El progreso tecnológico y científico, la industria, la cultura, la educación, y la sociedad humana son todos resultados naturales del egoísmo, y nada puede hacerse al respecto.

Hasta ahora nos hemos desarrollado de la forma en la que la naturaleza nos lo ordenó. Así que ¿cómo podemos ahora influirla y corregirla de alguna manera para cambiar de dirección? ¿Alguna vez ha sucedido esto en la historia? Nunca. En el mejor de los casos podemos reconocer los resultados de nuestro desarrollo, sean buenos o malos, dependiendo del punto de vista del observador. Mientras tanto el tren se mueve cada vez más, ¿Y tal vez en realidad no tenemos otra salida?

La investigación científica de las manifestaciones de la crisis es algo útil, pero ¿qué nos da? Estamos observando por la ventana de un tren, mirando la imagen que va quedando atrás: al principio brilla con diferentes colores, el cielo es claro, y los verdes campos están plenos de la luz del sol. Pero después los colores comienzan a marchitarse, la hierba es reemplazada por arena en cada vez más lugares, y hay cada vez más imágenes de basureros, suciedad, y canales de desecho, y el sol es obstruido por humo y smog ¿Podemos hacer algo o el tren seguirá por la vía hasta el final? ¿Debemos poner un velo en la ventana y que venga lo que venga?

Hay mucha incertidumbre aquí, pero la ciencia de la Cabalá ni siquiera considera esta ruta y hacia dónde nos llevará. Trata con la raíz del problema: Estamos sobre el tren de nuestro egoísmo, el cual está constantemente creciendo.

El desarrollo es necesario, ¿Pero vamos a dirigirlo por otra vía? Rechacemos el camino egoísta en el cual somos incapaces de estar de acuerdo en nada y además infligimos daño tanto a nosotros mismos como a la naturaleza. Después de todo, cada persona piensa sólo en sí misma, y es por eso que inevitablemente destruimos nuestras vidas y el entorno que nos rodea.

¿Y sí en lugar de eso nos unimos con amor? ¿Trataríamos entonces a la naturaleza de modo diferente? ¿Aun así agotaríamos los abundantes recursos de la tierra? ¿Quemaríamos cantidades de combustible tan inconcebibles? ¿Tiraríamos la comida cuando hay mil millones de personas sufriendo de hambre? ¿Daríamos a luz a un niño aquí y a diez en otro lugar? ¿Seríamos entonces capaces de llegar al equilibrio?

¿O tal vez no tengamos que buscar el equilibrio entre nosotros? ¿Tal vez la actitud de las personas entre sí y hacía el mundo como un todo corregirían este mundo? ¿Y entonces el tren mismo cambiaría y avanzaría de forma diferente? ¿Al corregir nuestra actitud, tal vez aseguraríamos una abundancia de recursos naturales y cosechas de manera que habría más que suficiente para todos?

Baal HaSulam escribe lo siguiente en el periódico «La nación»: Nuestro planeta es suficientemente rico para alimentarnos a todos ¿entonces por qué necesitamos esta trágica guerra por la supervivencia, que complica nuestras vidas una generación tras otra? Si sólo lográramos la unidad, compasión uno por otro, y amor, entonces todos tendrían lo suficiente en todo. Eso es porque entonces la Luz superior llenaría todas nuestras necesidades. La naturaleza misma cambiaría desde el interior.

(43407 – De la 4º parte de la lección diaria de Cabalá del 5/18/11, los problemas del mundo, la superpoblación)

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