Los estados del cabalista

Pregunta: ¿Por qué no vemos cambios en el comportamiento externo del maestro, en sus estados de ascensos y descensos, pero si los vemos en los amigos? ¿cómo se las arregla para estar tan lleno de energía todo el tiempo, mientras que otros están en estados de ascensos y descensos? 

Respuesta: Ya pasé por los estados en los que están ustedes. Hace mucho logré reconocer que esos estados son fugaces, que después del atardecer viene la noche, después de la noche la mañana y después el día y que son estados que ayudan. 

Entendí que debo inclinar mi cabeza y esperar e incluso, puedo acelerar el tiempo del amanecer, la luz espiritual. Por eso, siempre estoy en un estado en el que puedo ocuparme y hacer algo. 

Son  estados en los que debo ver un programa político o social en TV, me ayuda a pensar para poder construir el vocabulario y la terminología necesarios para entender mejor lo que está sucediendo en el mundo, etc. 

Aparte de eso, escribo publico en Twitter, me reúno con los escritores de artículos para la prensa varias veces a la semana, participo en sesiones de filmación de programas de muchos temas diferentes, relacionados con la sabiduría de la Cabalá, con sicología y otros e imparto lecciones acerca de El libro del Zóhar en las tardes. Como puedes ver, trabajo todo el tiempo. 

Quiero compartirte un secreto: leo diferentes partes de la sabiduría de la Cabalá, de acuerdo al estado en el que estoy. No hay necesidad, por ejemplo, de una sensibilidad especial para estudiar Prefacio a la sabiduría de la Cabalá o Estudio de las diez Sefirot. Así, cuando mis sensaciones se vuelven difusas y me convierto en una especie de tronco, recurro a esas partes. Además, cuando mis sensaciones reviven, leo artículos de Shamati o artículos de Rabash. 

Cada día necesito prepararme para la clase del día siguiente. Si la clase comienza a las tres de la mañana, despierto dos horas antes, tomo una ducha, hago calentamiento y me aseguro de no dormirme. He vivido de acuerdo a este horario por más de cuarenta años y ya desarrollé este hábito. 

Tomo mi trabajo muy en serio. Aun cuando conozco el material, lo repaso antes de la clase para entrar en el tema, lograr un estado en el que puedo conectarme con mis alumnos y estar preparado para entrar en contacto con ellos, para sentirlos y que ellos puedan sentirme. 

Al principio de cada clase, por 10 o 15 minutos, les presento el tema e intento hacerlo de manera novedosa. Es decir, es trabajo altamente creativo que requiere esfuerzo mental constante, incluso cuando duermo, esos pensamientos no me abandonan y los experimento todos dentro de mí.  

Los estudiantes son lo más importante que tengo. Me relaciono con ellos con gran reverencia. Son la base de mi vida. 

Pienso que los que llegan a la clase físicamente o están de forma virtual, sienten que avanzan de un día a otro. 

Reciben una porción de conocimiento espiritual cada día, sensaciones y una nueva perspectiva, etc. Es más, no es sólo un evento o un fenómeno, sino una renovación interna real, es trabajo real.
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De Kabtv “Fundamentos de Cabalá” 2/dic/18

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