Manteniendo la cabeza alta

Del artículo de Rabash «Estas son las generaciones de Noé»: Una persona en un estado de deseos y pensamientos negativos tiene que hacer grandes esfuerzos para superar los argumentos de la inclinación al mal, la cual le dará la lata con preguntas bien conocidas, del tipo: «¿quién?» y «¿qué?» («¿Quién es el Creador, para que yo tenga que obedecer Su voz? » y «¿Qué beneficio saco de este trabajo? «), y a la persona no le queda otra salida que superar dichos argumentos y sólo podrá hacerlo con el poder de la fe por encima de la razón

En otras palabras, la persona no trabaja de acuerdo a su razón egoísta, definida por sus deseos actuales. Más bien, actúa de acuerdo a la razón que se encuentra en un grado superior, lo cual es un mayor otorgamiento.

De hecho, si obedezco a mi deseo y a la razón  que le sirve, entonces me llamo un “animal”, que tiene la cabeza (la razón) y el cuerpo (deseos) en el mismo nivel o altura. Si quiero ser “hombre” entonces, mi cabeza tiene que estar por encima de mi cuerpo, es decir, por encima de mi deseo. Esto significa que la razón debe servir a un deseo más elevado, es decir, al otorgamiento, el cual está fuera de mí, en lugar de a mi deseo actual, que está dentro de mí.

Hoy en día, el deseo de otorgar está fuera de mí (“hoy” indica mi nivel o grado actual), pero “mañana” (el próximo grado) ya estará dentro de mí. Es por esto que intento todo el tiempo servir a mi prójimo con la cabeza. Así es como trabajo en pos del próximo grado y, gracias a ello se me denomina “hombre”, cuya cabeza está por encima de su cuerpo.  

Ésta es la estructura de los objetos espirituales: GE (la parte superior) del Partzuf inferior, viste a AJaP (la parte inferior) del Superior y hace un cálculo, de acuerdo al Superior, conectándose e intentando ser similar a él. Es decir,  me conecto con el grupo, que sirve como AJaP del Superior para mí, y uso mi razón para servirlo, en vez de servir a mis deseos egoístas (AJaP) los cuales están en un grado inferior.

 El objeto espiritual superior se divide en dos partes: su deseo y la Luz en él. El deseo del superior es el grupo y el ambiente espiritual. En otras palabras, representa todas las partes del alma común que aún no he conectado a mí mismo, y debido a esto me son externas.

Más tarde, todo se unirá en un deseo y en la Luz dentro de él, como está escrito: «Él y Su nombre son uno».

(De la primera parte de la lección diaria de Cabalá del 3 de agosto, sobre el artículo, Éstas son las generaciones de Noé.)

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