Naceremos nosotros mismos en un nuevo mundo

Vivimos en un mundo que cambia justo ante nuestros ojos. Toda nuestra vida puede ser dividida en dos etapas: antes del coronavirus y después de ello.

La vida fluía de acuerdo a cierta rutina, el virus, de pronto, hizo un cambio drástico, lleva a la humanidad hacia un nuevo estado, que aún es percibido como crisis global. 

La crisis está crece y es más profunda, no es claro hacia dónde se va, pero es claro que vamos hacia un mundo nuevo que aún no conocemos. La palabra “crisis” (Mashber) proviene del nombre de la piedra en la que en tiempos antiguos, las mujeres daban a luz a sus hijos. En otras palabras, crisis es el lugar de un nacimiento y el estado actual, que le llamamos crisis, es el nacimiento de un nuevo mundo. 

Han existido muchas crisis diferentes en la historia de la humanidad, pero hasta ahora, ninguna cambió al mundo de forma tan dramática. Sólo existieron cambios en la sociedad humana, en su forma. Pero la crisis de hoy es la primera real, aun cuando no parece muy seria, porque no es una guerra, un meteorito cayendo sobre nosotros o una destrucción masiva. 

Y aun así, podemos llamarla crisis, precisamente porque un nuevo mundo está naciendo ante nuestros ojos. Pronto veremos que la sociedad humana, nosotros, nuestras familias y nuestra actitud hacia el mundo cambió. El mundo interior del hombre, su percepción de la realidad cambiará y veremos un nuevo mundo. 

Aún no lo vemos, igual que el bebé que está dentro de su madre y no ve el mundo. Incluso cuando nace, al principio no ve nada. Después desarrollará oído y vista y comenzará a responder mientras crece y se familiariza con el mundo. 

Así exactamente los adultos necesitamos nacer y cambiar nuestra percepción y visión para ver un nuevo mundo. Esto sucederá pronto. 

El nacimiento es un dolor enorme, incomparable, una sensación de que el cuerpo entero está a punto de explotar. Por una parte es una condición muy seria, que amenaza la vida. Pero por otra, vemos que no hay opción: la naturaleza nos obliga a hacerlo. 

Sin embargo, el nacimiento del niño está basado en el deseo natural de una mujer de tener hijos. Además, existe la opinión pública que motiva a la mujer a dar a luz y no sólo un hijo. La naturaleza le dio a la mujer mucha fortaleza para soportar los dolores del parto; este es un estado difícil y peligroso. 

La humanidad entera está en esta crisis del coronavirus, tanto hombres como mujeres. Las mujeres siempre le reprochan a los hombres que no conocen los dolores del parto. Bueno, las mujeres pueden estar satisfechas: los hombres pasarán por dolores de partio reales, severos. Sentirán que la crisis los sofoca, sin darles la oportunidad de resistirse: estás desgarrado por dentro, pero no puedes hacer nada. 

Aún así podremos nacer con la plegaria y el esfuerzo por unirnos. Pero será un nacimiento muy difícil y especial, porque estamos naciendo nosotros mismos en un nuevo mundo. Cruzamos la frontera hacia el mundo espiritual y nacemos en una nueva forma.
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De Kabtv “La mujer en el nuevo mundo” 9/jul/20

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