La Torá, Deuteronomio 12:16 Sin embargo no comerás la sangre, la verterás sobre la tierra como agua.
La sangre representa la forma de la Luz Superior que no podemos recibir porque existe en nuestro mayor deseo egoísta que será corregido sólo en la corrección final.
Sólo al acercarse el final del período de 6000 años (6000 grados a partir de Adán) podemos corregir este deseo. Además, sólo preparamos este deseo y no será corregido por nosotros, sino por la Luz Superior que viene de arriba y lo corrige.
Esta acción se llama «Rav poalim mekabtziel«. Esta es la venida del Mesías, la Luz Superior. Entonces la capa egoísta más baja y pesada es corregida y llena con la Luz que es llamada sangre.
Por lo tanto, lo más importante, cuando se usa carne, es liberarla de la sangre. Todos los rituales asociados con la sangre, con una prueba de la sangre, con la producción de sangre, etc. Se basan en el hecho de que esta es una vida natural para nuestro egoísmo y podemos corregir sólo en la última etapa.
Además, conceptos como la sangre pura o impura también giran en torno a esto: cómo podemos y cómo no podemos usarla, cómo purificarnos de la sangre y al mismo tiempo usarla en la forma correcta para desarrollarnos. Después de todo, si la sangre es la base de la vida, es imposible existir sin ella.
La sangre sube desde el útero hasta los pechos de la mujer que amamanta, se convierte en leche la cual está lista para alimentar al bebé; Es decir, pasa del rojo (el atributo de recepción) al blanco (el atributo de otorgamiento).
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De Kabtv “Secretos del Libro Eterno 30/Jun/16
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