Pagina diaria:Las partes de mi alma

haverim_90_6902.12.2009 Sabemos que no podemos adelantarnos con el deseo que se nos dio desde el principio, con el punto en el corazón, sino que debemos acrecentar el deseo.¿Y cómo acrecentamos el deseo? Por medio del entorno. “La envidia, la codicia y el honor sacan al hombre del mundo”. A lo contrario de los animales, el hombre se impresiona de su entorno por medio de la envidia, el deseo y el honor. Por lo tanto, nuestra libre elección es agrandar nuestro deseo inicial.  No se nos dará más que el punto que recibimos.  Sino que por lo contrario – recibiremos más sufrimientos que nos adelantarán y empujarán de atrás, lo que se llama “a su debido tiempo”.

Se puede evolucionar por medio de “Ajishena” (Aceleradamente), sólo comprando deseos. Por eso se dice “cómprate un amigo”. “Amigo” significa unión con el deseo del prójimo, el cual se consigue por medio de “Ama a tu prójimo como a ti mismo”. ¿Qué debo amar en él? Sus deseos de espiritualidad, de obtener el Creador. Tengo que unirlos en conjunto, recopilarlos.  Ellos son mis deseos, partes de mi alma. Cuanto más los añado a mí así construyo el recipiente de mi alma, la preparo para el descubrimiento de la “Shjiná” (Divinidad), para la presencia del Creador, la adhesión entre yo y Él.

Nuestros maestros hablaron en una forma que nos confunde. Cuando yo escucho las palabras “Ama a tu prójimo como a ti mismo” me parece que tengo que amarlo, darle, cuidarlo. ¿Qué, de pronto tengo que ser una niñera? ¿Un sirviente? ¿Limpiador? Es que cuando nos hablaban así, ocultaban el interior de las cosas. Precisamente con mi amor hacia el prójimo es que adquiero mi voluntad en una forma que ya está lista para usar. Lo único que debo hacer es romper mi actitud hacia el amigo, comprender que lo que hay en él hacia el Creador, es mi recipiente pronto y reparado. Y yo sólo debo cambiar mi actitud hacia ese recipiente.

Por eso es que debemos mirar con ojos grandes a los amigos, ver en ellos cosas buenas, encontrar en qué puedo envidiarlos en vez de criticarlos, y así acrecentar nuestra voluntad de espiritualidad. Aparte de mi punto en el corazón, todo el resto de los deseos en mi alma hasta el infinito (Ein Sof), se obtienen solamente por medio de la unión con los deseos del prójimo.

“Su izquierda bajo mi cabeza y Su derecha abrazándome”

Debemos explicarle al mundo por qué la “izquierda” se revela hoy. El mundo debe entender que cuando llegamos a la corrección primero llegamos a un examen de conciencia por medio de golpes que provienen de arriba, y eso se llama “Su izquierda bajo mi cabeza”, y sólo después viene “Su derecha abrazándome”.  Debemos comprender que primero que nada la izquierda del Creador nos abraza. Y en esto hay una profundidad muy grande – es ciertamente un abrazo, pero un abrazo que proviene del lado izquierdo, en el descubrimiento del mal,  por medio del descubrimiento de todas las cosas que obstruyen el amor.

Hay aquí  una relación inversa con el Creador, por su posterioridad. Y la luz tiene que darle a la persona estas dos sensaciones inversas – sufrimientos y abrazo a un mismo tiempo.

La mayoría de la gente que viene a mí me pregunta: “¿Por qué me va mal? ¿Qué hice mal en mi pasado? Explíqueme como evitarlo”. Su pregunta es correcta, pero indica que la persona no entiende que si se siente mal y tiene alguna conexión con la Cabalá, sólo le falta la “derecha” – comprender que toda esa izquierda le llega para darle la oportunidad de complementarla con la derecha.

La persona tiene que esforzarse para conseguir al Creador por medio de este abrazo de izquierda, comprender que es un abrazo, que es un adelanto que llega para sostener su cabeza, por eso está escrito “Su izquierda bajo mi cabeza”. Y de esto tenemos que deducir que debemos construir una actitud práctica, diría incluso un tanto racional hacia esta “izquierda”, aceptarla “por encima de la razón”, por encima de lo que dice mi sentimiento, y precisamente a pesar de él querer adelantarme hacia  un apareamiento con el Creador.

La vida depende de la diseminación de la Cabalá

En la medida que la persona participa en la diseminación de la sabiduría de la Cabalá, en la medida que esta persona crea algo, así construye su recipiente espiritual. Y esto es algo que falta en nuestra explicación sobre esto. En la medida que la persona “distribuye”, así se adelanta a sí mismo, se afilia al Kli general. Sin esta acción, sólo recibe en forma pasiva. Y en la medida en la cual otorga él mismo, así recibe en forma activa.

Supongamos que pertenezco al mundo y lo que este mundo crea está frente a mí. Pero, ¿cuánto puedo recibir del mundo? Según  los medios que tengo para pagarle por ello. Estas son dos cosas distintas y corresponden también a la diseminación, a la actitud espiritual hacia el mundo.

Por lo tanto debemos incorporar a todos nuestros amigos en este esfuerzo. Y nuevamente, esto depende de la explicación. Ellos deben entender que no están haciéndole ningún favor a nadie, sino a ellos mismos. Aquella persona que no se mete a sí mismo en el sistema y transmite por medio suyo algo a los demás, es como una célula muerta dentro de ese sistema, ya que la vida depende de la información que nosotros transmitimos los unos a los otros, en lo que se denomina difusión.

Reflexión diaria y bocadillos

Reflexión diaria: Fuera del punto inicial, no nos darán más deseo por la espiritualidad; tu libre elección es añadirle al deseo inicial que se nos dio, más deseo del entorno.

• «Y amarás a tu prójimo como a ti mismo»: Yo tengo que amar a los deseos por el Creador del prójimo, y en la medida que me anexo esos deseos, voy construyendo mi alma.

• Tenemos que «abrir los ojos», observar a los demás y buscar en qué cosas positivas los puedo envidiar, buscar carencias adicionales de avance.

• Nosotros tenemos que otorgar, destacar y propagar el punto de conexión entre nosotros, por encima de todo lo demás.

• Aquel que avanza en la espiritualidad, debe aceptar que todas las interferencias provienen desde lo alto, por lo que no debemos prestar atención a los obstáculos mismos, sino, seguir avanzando por encima de ellos, y en cuanto me sobrepongo a las interferencias teniendo la mira hacia la Meta, las convierto en «ayuda contra él».

• Si yo sé que el éxito del amigo en la espiritualidad se convierte en mi propio éxito, mi envidia a él será una buena envidia y no una envidia destructiva.

• «La Derecha» es la grandeza de la Meta, el reconocimiento de la Meta, el «no hay nadie más que Él»; que todo lo que sucede se hace sólo para promovernos hacia la Meta.

• El trabajo en total es muy fácil; nos resulta difícil sólo porque no queremos levantar la cabeza de nuestra «gamella».

• Los golpes de nuestra época son más generales y menos individuales; están diseñados para atarnos a todos en conjunto.

• Al dedicarse a la difusión, el individuo construye su vasija espiritual dentro la cual descubrirá al Creador.

• Tanto en lo material como en lo espiritual, percibimos sólo la materia y su forma, y en congruencia con la estructura de nuestros sentidos.

• Todo se mide de acuerdo a nuestras vasijas; todo lo que yo siento como existente, existe únicamente dentro de mis sentidos.

• Nosotros no captamos la espiritualidad porque no existe en nosotros el atributo espiritual. «Espiritualidad»: la forma de mi otorgamiento, la cual yo construyo sobre mí mismo.

• El sentido material percibe por absorción, por lo que aunque se ensanche en lo máximo no se podrá revelar la espiritualidad.

• Todo depende de la intención, de la preparación interna de todos antes de los eventos de unión que nosotros organizamos.

• El «yo» que siente a toda la realidad es el mismo punto de ruptura, el cual todavía tendremos que descubrir.

• Todo el cambio sucede internamente. Mis correcciones no dependen de nadie, sino, sólo de mí mismo.

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