Palabras vivas que van directamente al alma

Dr. Michael LaitmanDel artículo de Rabash «La diferencia entre la limosna y de los regalos»: Cuando uno aplica gran cantidad de esfuerzo durante un largo periodo de tiempo, pero no logran ningún resultado, uno empieza a sentir el dolor y sufrimiento, porque entregó mucha energía, pero no ve ningún avance en su trabajo.

Entonces, le llegan una a una las contemplaciones. Uno se desespera y luego se fortalece, entonces cae y se levanta una y otra vez. Este proceso continúa hasta que surge de su esfuerzo un deseo real en el momento de los ascensos y descensos que se forman en él. Con cada elevación y caída, uno acumula y siente dolor porque aún no se ha fusionado con el Creador. Cuando la vasija del esfuerzo de uno se llena completamente, entonces esto es llamado un deseo espiritual y el Creador lo llena, dado que ahora uno ha alcanzado un verdadero deseo.

Si después de varios años de trabajo de repente ustedes entienden que han retrocedido, esto es intencional para que sientan el dolor de no haberse fusionado con el Creador. Entonces, es necesario que se den cuenta de que con cada ronda de ascensos y descensos, están acercándose a la creación de una vasija verdadera. Es imposible obtener el llenado perfecto antes de obtener un deseo perfecto.

Vemos que cada año que pasa nos trae una mejor comprensión de las palabras de Rabash. Él lo explica todo con mucha precisión y sus palabras penetran profundamente en nuestras almas.

Muchos años de elevaciones y caídas de todos los tipos posibles ocurren, hasta que uno comienza a experimentar una verdadera necesidad de adquirir las propiedades del otorgamiento. Esto sucede como resultado del trabajo de la Luz en nosotros en respuesta a los esfuerzos que aplicamos. Además, «lo que no logra la mente, el tiempo lo logrará». Debido a nuestras actividades como por ejemplo los estudios, la difusión, el apoyo mutuo, y los congresos, nosotros nos integramos con los demás. Esto significa que todos atraviesan cambios, a pesar de que algunos de ustedes los atraviesan más rápido que otros.

Algunos de ustedes se confunden a sí mismos al realizar otras metodologías y permitir influencias ajenas y aledañas que los impactan. En este caso, yo no me refiero al entorno típico en el que todos vivimos, sino más bien a sus intentos por encontrar prácticas espirituales alternativas. De tal manera que cada uno de ustedes avanza por su propio camino, pero, dado que todos están incluidos en los demás y cada uno contribuye en todos los otros, hay elevaciones y caídas que sirven como buena señal del trabajo interno que ustedes hacen.

Como resultado de ello, uno comienza a sentir que el otorgamiento ya no le es «ajeno». Ya no es insípido, sin sabor, sin olor; no son las palabras vacías acerca de dar, de agradarle al Creador, o de amar a nuestros vecinos, que anteriormente eran lemas sin vida. De repente, uno comienza a sentir el sabor de ellas, es decir que comienzan a formarse las vasijas espirituales. Nosotros empezamos a sentir la vida real en estas palabras, un sabor: amargo o dulce, ascenso o descenso.

Amargo y dulce se sienten en el corazón, y superior o inferior se evalúan de acuerdo a la razón. Esta es la forma en que evaluamos estos conceptos, y de repente empiezan a desencadenar en nosotros respuestas internas. Cuando uno escucha las palabras sobre amor u odio en relación al trabajo espiritual, al otorgamiento y recepción, reacciona a ellos en el corazón y la mente de uno. Por lo tanto, empieza a diferenciar internamente entre estas dos cualidades.

Sin embargo, esto no es suficiente. Uno debe seguir trabajando hasta que aparezca un verdadero deseo por el Creador, la propiedad perfecta de otorgamiento. Nada es incompleto en la espiritualidad. La vasija espiritual más pequeña que se revela en la persona, el deseo de fusionarse con el Creador, el atributo de otorgamiento que la llena por completo, es en realidad la totalidad de la persona.

Uno siente que es completamente definido por los genes espirituales (Reshimot) que se desarrollan dentro de sí. En el siguiente nivel, descubrirá que su Reshimo anterior constituía sólo un gramo de su Reshimot posterior, que a su vez ya pesa un millón de toneladas. Hasta ahora, es como un niño que recibió un dulce pedazo de caramelo, está completamente absorto debido a él, y por lo tanto siente el mundo entero como algo dulce.

Aquellos que avanzan, aclaran eventualmente sus relaciones entre sí en los niveles espirituales que alcanzan; de esta manera entendemos que todo se acumula y aumenta continuamente. Entonces, nosotros debemos hacer nuestra parte de los esfuerzos y desear lograr la propiedad perfecta del otorgamiento. Tenemos que esforzarnos por ser llenados completamente por esta propiedad en nuestras mentes y corazones, de tal manera que altere completamente nuestra actitud actual en el mundo, empujando a un lado nuestra vieja visión.

Tenemos que perder nuestra actitud actual y evaluarlo todo a través de los ojos del Creador, de los ojos de otorgamiento. Todavía no sabemos qué es, pero gradualmente mejoramos nuestra disposición para ello; esto sucede como resultado de la Luz que Reforma. Cuando esto ocurre, nosotros alcanzamos la plena capacidad del deseo que nosotros completamos por medio del Creador.

Nosotros somos totalmente incapaces de completar este trabajo por nuestra cuenta. Podemos alcanzar hasta el 99 % del deseo de otorgar, con la ayuda del Creador, pero nunca alcanzaremos el 100 %; esto está más allá de nuestro poder. Es por eso que se nos dice que el Creador terminará este trabajo por mí, llenará nuestra medida, y luego nosotros recibiremos el perfecto llenado de un deseo perfecto. Así es como nace la persona en su primer escalón espiritual.

Vemos que estamos acercándonos a este peldaño. Hemos pasado por muchos cambios y seguimos teniendo una mejor comprensión de las palabras de Rabash; vemos que él aclara cada paso individual en nuestro camino. Finalmente, nosotros apreciaremos el nivel de su meticulosa precisión. Sin embargo, es obvio que él tuvo que vestir este conocimiento en este tipo de ornamentos a fin de que esto nos atrajera y no nos rechazara. Así, evitó hablarnos abiertamente del resultado de este programa desde el comienzo de nuestros estudios. Él revela un poco más cada vez, según el grado que sea beneficioso para los estudiantes. Esta es la forma en que escriben sus libros los cabalistas.

Los artículos de Rabash muestran que tuvo gran cuidado de nosotros y nos dio a conocer una nueva metodología de corrección. Dado que no entendimos sus escritos antes y empezamos a comprenderlos sólo hoy, ahora podemos afirmar que en realidad seguimos su camino con la ayuda del Creador.
(98740)
De la preparación para la Lección diaria de Cabalá del 1/25/13

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