Prepararse a la llegada del día

v_okno_100_wpEl Zóhar, capitulo Mikets, punto 117: Cuando una persona se levanta por la mañana, debe realizar el lavado de sus manos utilizando un recipiente de agua, el cual es un recipiente de donde tomar agua (una copa especial para el ritual del lavado de las manos).

“Mañana” significa que al hombre llega la Luz Jasadim donde se revela el lucimiento de Jojma.

En sus deseos egoístas (de recepción), el hombre percibe una cualidad espiritual de otorgamiento y amor como oscuridad. Cuando él los corrige, como si se despertara por la mañana, a la madrugada: en los mismos deseos ya corregidos empieza a amanecer la Luz del otorgamiento.

Todo esto ocurre en los mismos deseos. Antes él pensaba que el mundo espiritual es la oscuridad, algo repugnante y no deseable, porque está conectado con el otorgamiento y la necesidad de amar al prójimo.

Después recibe la corrección, porque estudiaba por las noches (también nosotros, según la conexión de “la rama y la raíz”, estamos estudiando por la noche) y se preparaba para la llegada del día.

De este modo, él recibe el entendimiento que lo espiritual, el otorgamiento y el amor al prójimo son como un día, es decir, es algo bueno y es conveniente que ocurra. Conforme a esta intención, empieza gradualmente a influir sobre él la Luz Circundante y el estado que le parecía como la oscuridad se convierte para él en algo deseable, es decir, convierte al día y empieza a lucir.

Tales correcciones que hago con mi deseo se denominan “el lavado de las manos”, porque “las manos” son los deseos de recepción y deben ser purificados de intenciones egoístas, para que puedan ser usados.

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