Restricción y golpe

Restricción (Tzimtzum) es cuando clausuro mi deseo, no me permito recibir placer, como el bebé que aprieta la boca con fuerza y ​​se niega a comer. El golpe (Bitush) ya implica una condición: si tengo la capacidad de comer para dar alegría a mi madre, con mucho gusto abriré la boca. Pero no tengo tal habilidad, ¿qué hago? Ayúdame, dame el deseo de brindarte satisfacción y estaré feliz de poder recibir.

Restricción es un acto incondicional y se produce un golpe a condición de que esté dispuesto a aceptar el placer cuando haya adhesión entre nosotros. En el golpe, mi objetivo es la conexión. Durante la restricción, el propósito no es conectarme, es sólo dejar de recibir. No quiero ningún contacto porque no tengo fuerza para nada más que para restringirme; de lo contrario, arderé de vergüenza.

El acoplamiento por golpe es por encima de la vergüenza. No la tomo en cuenta, sólo pienso en el amor y la conexión entre nosotros, elevándonos por encima del egoísmo. Al golpear, demuestro que estoy dispuesto a recibir la comida, no solo para mí, sino para dar satisfacción al anfitrión.

Primero, verificamos nuestra relación con el anfitrión y hasta cuando se establece una conexión espiritual sincera podemos implementarla en acción y desciende a la materia, al deseo de recibir. Esta es la razón por la que la decisión se toma primero en la cabeza del Partzuf, en los pensamientos y emociones puros, no asociados con la vestidura de la Luz en los deseos, en la materia. Sólo así podemos ejecutar esta acción paso a paso, de liviano a pesado: la luz de Néfesh,Rúaj, Neshamá, Haya y Yejidá.
 [247977]
De la 1a parte de la lección diaria de Cabalá 17/jun/19, Escritos de Baal HaSulam, Prefacio a la sabiduría de la Cabalá

Material relacionado:
Restricción y pantalla
De la restricción total a la revelación total
A través de la restricción hasta el Infinito

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *