Rivalidad egoísta

El problema en nuestra vida es que estamos en un constante conflicto egoísta entre nosotros para ver quién “devora” al otro, lo pone de espaldas, le hace trampa, lo muerde, le roba. Subconscientemente, todo el tiempo estamos midiéndonos de esta manera en comparación con otros, y entonces tenemos que hacer esfuerzos constantes para incluso falsamente aferrarnos a esta sensación.

Si no nos sentimos como más elevados que otros al menos en algo, nos deprimimos y nos sentimos impotentes. Debemos vengarnos, destruir y dirigir al mundo a cualquier tipo de guerra si vemos que no tenemos éxito.

Esto significa que el mundo no es importante para nosotros y tampoco las personas. Todo lo que necesitamos es nuestro pequeño, personal, individual éxito egoísta. Todos básicamente entienden esto, pero es por esta razón que constantemente sentimos una tensión interior constante. Este es nuestro más grande problema.

Cuando pensamos en el éxito, antes que nada, pensamos en cómo tenemos que pasar sobre alguien en el camino, pisar a alguien que está en mi camino, etc. Estos pueden ser personas, organizaciones, problemas personales internos o lo que sea, pero constantemente tengo que superar algunos obstáculos.

Todo surge del hecho de que nuestro movimiento hacia adelante está basado sólo en la lucha egoísta, en los conflictos mutuos. Esto significa que estoy en constante lucha al encontrarme con otro ego, otra opinión.

A nadie le importa la justicia. Yo sólo necesito ganar, ¡y todo el resto puede venir después! Si necesito cambiar algo para tener éxito, digamos, mi perspectiva, esto dispuesto a hacerlo ya que ganar es ahora más importante para mí que cambiar mi perspectiva. Esto significa que hay un cálculo interno, para decirlo más claro, “cambiar un toro por una vaca”, por lo que parece más importante en el presente, pero nada más que eso.
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De una “Charla acerca de la formación integral” 29 de mayo del 2012

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