Pregunta: ¿Cómo puedo estar seguro de que estoy desarrollándome? ¿Cómo puedo verificar que no estoy parado en su lugar sin encontrar un retorno?
Respuesta: Mi desarrollo se determina de acuerdo a qué tan consciente soy de mi dependencia del otro, de los amigos, del maestro, del aprendizaje, del mundo entero, y del Creador. Por un lado, estos medios me abren, por otro lado, yo descubro en ellos mi implementación.
Si cada día siento más la necesidad del grupo, de apoyo, del Creador, de la Luz que Reforma, si me siento más dependiente de ellos, si soy débil, impotente, si me siento perplejo sin ellos, esto indica que estoy avanzando.
El camino espiritual difiere del mundo físico en el que, por el contrario, juzgamos como avance de acuerdo a la independencia y a la falta de dependencia de los demás. Cuando la persona se desarrolla espiritualmente, ella siente más claramente cuanto necesita y depende de todos.
Yo no puedo estar sin los deseos de los inferiores y sin la ayuda de los niveles más elevados. Entonces, ¿quién soy yo? Yo soy el que construye la relación correcta, la expansión de la conexión con el público en general y con los niveles espirituales por medio del grupo. Sin estos dos elementos no soy nada.
Después de todo, yo llego al grupo con mi deseo personal, y por lo tanto, soy egoísta. Esto es suficiente para empezar, sin embargo, pasa un año y ¿qué pasará después? Si continúo mi camino con mis necesidades personales, entonces sólo conseguiré una cosa: ejercitar el ego. Por lo tanto, tengo que salir hacia la sociedad externa, al público en general, a un mundo más amplio, y agregar a mí los deseos de las personas con el fin de traerles el bien a ellas.
Yo quiero otorgarles, a pesar de que mientras tanto, lo haga de manera egoísta. Estoy envuelto en las necesidad de alguien y esta necesidad me trae a un grupo; con ésta, yo me vuelvo hacia el Creador, y sólo a través de esta súplica obtengo respuesta. Ahora estoy dirigido hacia el otorgamiento, al menos de alguna forma, y esto es gracias a mi salida.
Y de forma inversa, si no salgo y estoy encerrado dentro de un grupo, entonces estoy trabajando solamente con mis deseos egoístas personales, sin ninguna posibilidad de éxito.
Esta es la razón por la cual es tan importante que nosotros «salgamos al público». Los cabalistas de las generaciones anteriores no pudieron hacerlo debido a que las condiciones apropiadas aún no habían sido creadas en el mundo. Esto fue muy doloroso para ellos, como lo es para una madre que no es capaz de amamantar a su bebé.
Hoy, sin embargo, se han creado todas las condiciones necesarias y nosotros debemos penetrar en los deseos de las personas a fin de unirnos con ellas para conectarnos en un grupo. Entonces, por medio de esta conexión, podemos elevar sus deseos hacia el Creador.
Aunque las necesidades de los demás no le importen a mi ego, a pesar de todo esto, yo quiero ayudarlos, y alcanzo un grupo que está conectado con esta intención de otorgar y juntos elevamos nuestras peticiones a la máxima potencia, a un nivel superior. Necesitamos tres niveles aquí:
- el mundo,
- nosotros, como un medio para la corrección,
- el Creador.
Está escrito acerca de esto: «Israel, la Torá, y el Creador son uno». Esta debe ser la intención que precede a la acción.
Esta intención puede venir ya sea del Creador o de la criatura. En los niveles del inanimado, vegetativo y animado, proviene del Creador y todo se encuentra bajo su control. Sin embargo, nosotros queremos que las intenciones provengan de nosotros; queremos elevarnos al nivel del «hablante». Dado que esto es llamado Adam (hombre), esto es lo que forma y construye la intención. La intención en sí es esencialmente el Adam en nosotros.
Entonces, yo formo la intención, sobre la base de esos deseos que recibí de las «personas», de la gente hacia la cual me dirigí por su corrección (1). El Creador inserta estos deseos en ellas después de enviarles ciertos problemas. Cuando yo descubro esto (2), tomo estos problemas sobre mí, y, de hecho, aquí ya se encuentra la aspiración por el otorgamiento. Ahora tengo un deseo que está equipado con un Masaj (pantalla) y la intención.
Aun que, mientras tanto, esto no sea cierto y sea egoísta, no obstante, junto con ello, el sistema obtiene su forma espiritual futura. Esto se debe a que, al volverme hacia a la gente, al menos yo emulo el otorgamiento y trabajo con sus deseos y no con los míos.
Yo nunca podría aferrarme a una pantalla y a la Luz Retornante con mis deseos particulares, debido a que si me falta algo, yo recuerdo el Creador sólo para Él satisfaga mis necesidades. Sin embargo, ahora, cuando estoy equipado con los deseos de los demás que no le pertenecen a mi ego, estoy realmente listo para pensar en el Creador.
Así que, las bases de las vasijas espirituales (Kelim), los deseos, se establecen en una súplica egoísta por las personas, con la cual puedo volverme hacia el Creador: «¡ayúdalas!». Esta acción me enseña y me lleva a una especie de imagen espiritual, y por lo tanto, en respuesta, llega la Luz Circundante (Ohr Makif) o la Luz que Reforma.
Para ello, yo me conecto con el grupo y nosotros elevamos hacia el Creador la «plegaria de muchos». Sí, ésta todavía es egoísta y completamente falsa porque aún no estamos corregidos, pero incluso en tal petición no corregida, hay un grano de verdad espiritual. Su núcleo ya es correcto.
Después de eso, llega desde Creador la Luz Circundante a través del grupo, pero no me llega directamente a mí. Ésta queda en el grupo y esto nos ayuda a conectarnos hasta que nuestra conexión adicional incluya dentro de él al círculo externo y despierte el descubrimiento de la Luz Interna (Ohr Pnimí).
Entonces el deseo de los demás es sumamente importante. Este nos permite construir toda la cadena de la forma correcta.
Y después de eso, recibimos la Luz que Reforma, y con su ayuda estamos realmente preocupados por los demás y por sus deseos, y ellos están cada vez más conectados con nosotros como si fueran nuestros, y nos obligan a estar preocupados por ellos más que por nuestras necesidades personales.
De todos modos, siempre estamos trabajando con el deseo de los demás. Y por lo tanto la difusión establece la disposición correcta para todo el proceso, nosotros le damos forma según sea necesario. Sin esto no tenemos ninguna posibilidad de éxito.
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