Recibí una pregunta: Mis amigos dicen que tengo buen corazón pero soy muy desafortunada. Estoy casada y tengo hijos pero no tengo éxito en la vida. ¿Tendrá algo que ver con mi nombre? Cambié de nombre a la edad de 16 años en Argentina porque no me gustaba el mío. Mi nombre era Verónica Nancy y lo cambié por Sivan.
Mi respuesta: Estamos controlados completamente por la Luz (el Creador). Podemos cambiar sólo para volvernos semejantes a Él, solamente si tenemos el deseo de dar y amar, como Él. Por lo tanto, corregir nuestro deseo es lo único que podemos cambiar de nuestro destino. Este cambio puede ocurrir sólo bajo la influencia de la Luz que reforma, que desciende hasta una persona mientras estudia Cabalá.
Material Relacionado:
Solo la luz superior puede cambiar nuestro destino