Todas las diferencias están en la intención

Pregunta: Dos fuerzas actúan en el mundo: la fuerza de otorgamiento y la fuerza del deseo de recibir, creado como existencia de la ausencia. ¿Qué es mi «yo», mi intención? ¿De dónde vienen?

Respuesta: Nosotros no sentimos al Creador ya que estamos en un deseo: el deseo de disfrutar. Incluso si queremos dar, esto es sólo por diversión. En realidad, Estoy confundido en la intención y la acción. Mi acción puede ser de recepción o de otorgamiento. Y esta puede estar acompañada por la intención de recibir para mí mismo o por la intención de dar a los demás. No existe nada más, y esta es toda nuestra vida.

En nuestro mundo, existe una acción de recibir y una acción de dar a los otros, tanto como la intención para recibir para uno mismo. Pero la intención de dar a los otros no se encuentra aquí; de esto no soy capaz. Puedo dar algo a alguien o recibir algo de alguien, pero mi intención está dirigida exclusivamente a recibir para mí mismo dado que la intención de otorgar a los otros, pertenece al mundo espiritual, pero no puedo alcanzarla. No es mi culpa: Estoy creado de tal manera.

Por lo tanto, aquí no hay ninguna confusión: Toda mi rutina está dirigida a la auto complacencia.

Lo que necesito es una intención, y esto es lo más importante para mí (!), Sin tomar en cuenta qué acción realice: ya sea dar o recibir. Yo realizo el otorgamiento a mi hijo, a aquel que amo, a mis amigos, e incluso al empleado, ya que recibo una recompensa de una forma natural en dinero, en la forma de respeto, poder, etc.

La clave aquí es la intención, de acuerdo con la cual yo opero. ¿Cómo puedo alcanzar la intención con el fin del otorgar al ser humano? y ¿Qué me dará esto?

Aquí es donde ocurre el problema. Si toda la realidad existe fuera de mí, entonces lo que generalmente recibo dentro, es sólo su diminuta parte llamada «este mundo». Es terriblemente pequeña, escasa, limitada en tiempo, espacio y todo lo demás, pero al cruzar al otro lado, me libraré de todas las limitaciones.

Esta es la diferencia entre las intenciones. Si mi intención se dirige hacia mí mismo, no seré capaz de sentir nada más grande que lo que percibo hoy en día. Si mi intención está direccionada a la unidad con el otro, a estar en él, entonces me salvo de esta vida horrible con su fatal final y asciendo al próximo grado de vida; vivo fuera del cuerpo. La única diferencia es la intención.

(52692 – De la 4º parte de la lección diaria de Cabalá del 8/26/2011, «Un mandamiento»)

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