Todas las religiones son un reflejo de nuestra desunión

laitman_2008-08-21_0594_wp[1]Todas las creencias que van más allá de los límites de las más primitivas creencias sobre las fuerzas de la naturaleza, llegan hasta nosotros por la ciencia de la Cabalá, la cual se originó en la revelación de la Fuerza Superior a Abraham, quien reconoció la relación entre el Creador y todos los niveles del deseo.

En el nivel más bajo del deseo, esta relación se revela como “los regalos”, repartidos por Abraham a los hijos de sus concubinas, a quienes después envió al Oriente. Este es el origen de las religiones orientales, que se encuentran muy cercanas a la naturaleza y al cuerpo del hombre.

En el más alto, más egoísta, el cuarto nivel del deseo, opera una metodología diferente  que Abraham enseñaba a sus estudiantes, quienes después se convirtieron en el pueblo de Israel (Isra-el, que significa, “directo al Creador”). Cuando sus discípulos (la nación de Israel) cayeron del nivel espiritual de otorgamiento y amor por el prójimo, al egoísmo y el odio mutuo (conocido como la destrucción del Segundo Templo), entonces en sustitución de la Cabalá, o “la vida con el Creador”, la gente se adhirió al judaísmo que es “la vida sin la sensación del Creador”.

Cuando el deseo de la gente se corrigió y se usó para el otorgamiento y el amor, ellos sintieron al Creador y la Vida Superior dentro del deseo. Pero cuando el mismo deseo cayó del otorgamiento a la recepción, en la intención egoísta de “para mi mismo”, la gente empezó a sentir solamente este mundo. Fue entonces cuando la Cabalá (la sensación, el alcance y la revelación) fue sustituida por la religión (la fe, el misticismo, la tradición).

Por lo tanto, la religión del judaísmo es la huella de la ciencia de la Cabalá y el deseo de otorgamiento en el deseo roto de recibir (la cuarta capa del deseo). Las chispas del rompimiento cayeron en las otras capas del deseo, y es así como se formaron la tercera capa, el Cristianismo y la segunda, el Islam. Estas religiones fueron creadas conforme a  la interpretación de la gente respecto a la huella de la Cabalá dentro de su deseo egoísta. También queda claro que según el plan del Creador, la humanidad debe pasar por estas etapas de su desarrollo egoísta, para comprender su oposición al Creador, por el principio, “El valor de la luz proviene de la existencia de las tinieblas”.

Todas las religiones, creencias y credos (hasta 3800 en todo el mundo) provienen de las diferentes maneras de imaginar al Creador en el deseo egoísta, en todas sus variaciones.

Y por eso existen en el mundo tal cantidad de propuestas religiosas y ninguna de ellas entiende a la otra. Se debe a que todas se derivan de la división de la Cabalá en diversas religiones, el cambio de la sensación de unidad a la sensación de desunión.

En el pasado, el rompimiento del Nivel Superior, (la caída del Segundo Templo) originó  las relaciones egoístas en la sociedad, una actitud egoísta del deseo común hacia el Creador, que causó el surgimiento de todas las religiones y creencias. Sin embargo, si nosotros, quienes tenemos el punto en el corazón corregimos ahora la conexión entre nosotros a un nivel más elevado, entonces podremos corregir a las religiones y a los credos. Todo se volverá parte de la unidad con el Creador.

(Extracto de la lección sobre la Carta de Baal HaSulam, correspondiente al 23 de noviembre 2009)

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