Todo el mundo es Egipto

Todo nuestro mundo, toda nuestra vida es Egipto, el lugar del exilio. Aquí nacimos y crecimos sintiéndonos en una realidad equivocada, muy lejos de la fuerza de otorgamiento, de amor, de autosacrificio, de unidad; es decir, de las cualidades del Creador.  

El propósito del estudio de la sabiduría de la Cabalá es presentarnos una visión cada vez más correcta del mundo, para que podamos ver que sólo hay una persona en el mundo.

Todos deben verse a sí mismos como esa única persona. Si cada uno incorpora a toda la humanidad dentro de sí, gracias a la unidad, al amor y a las distintas correcciones que debe llevar a cabo en sí mismo, verá en realidad a sólo una persona existiendo en el mundo.

Mientras tanto, descubrimos una multitud de fuerzas en el mundo, en contradicción y oposición mutua. Necesitamos adjuntarlas a una sola fuente, a un solo deseo, la única fuerza aparte de la cual no hay nada. De esta forma, gradualmente llegamos a la conclusión de que sólo la auto anulación es el único acto que tenemos que realizar en cada momento, aboliendo todas las fuerzas que surgen de mí, de los demás, de todos lo demás, para que sólo permanezca una fuerza superior que domine completamente por sobre todas las cosas.

Este es el estado que nos coloca frente al Creador, a Su lado, para adherirnos a Él y para estar incluídos en Él.
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De la 1a parte de la lección diaria de Cabalá 27/mar/18, Escritos de Rabash

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