En relación a mí, las otras almas están en el estado corregido. Debo decirme a mí mismo que soy el único elemento imperfecto en todo el universo. ¿Pero si todos ellos están corregidos y yo no, entonces sólo yo debo corregirme? No, no solamente yo, porque mi imperfección reside en ellos, en vista que todos pertenecemos al mismo sistema. Si yo soy uno de los órganos enfermos, sufre todo el cuerpo debido a que yo no cumplo con mi trabajo.
Supongamos que yo soy una parte muy importante del cuerpo, digamos, los riñones, y mi deber es filtrar y limpiar todo el organismo, sin embargo yo no realizo mis funciones. En consecuencia, el cuerpo no podrá vivir, porque este órgano está incluido en el cuerpo y debe servirlo, abastecerlo pues de otra forma los otros órganos no podrían funcionar normalmente.
Por esta razón es necesario que todo el organismo se encuentre sano pero yo provoco la enfermedad en la medida en que soy imperfecto. Es necesario que yo entienda que únicamente yo soy imperfecto y que con mi imperfección daña a todo el cuerpo. Sin mí todos estarían totalmente sanos.
Es por esta razón que mi trabajo consiste en la conectarme con todos, tomar consciencia de hasta que punto ellos son imperfectos debido a mi propia imperfección, como está dicho: “Cada uno culpa en la medida de su propia imperfección”. En este caso desearé corregirme y elevar a todos junto conmigo, a la altura del estado de la completa corrección.
(Extracto de la lección sobre, El libro del Zohar correspondiente al 21 de febrero 2010.)
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