Un coche de bebé que cayó del cielo

Pregunta: Hubo un incidente cuando en un grupo de psicoterapia surgió una discusión de una mujer que decía  que ella no podía permitirse tener un hijo porque no sería capaz de apoyarlo, no podría darse el lujo de comprar incluso un cochecito de bebé, a lo que un hombre le respondió: «Tú da a luz a ese bebé, y verás que alguno te traerá el cochecito de bebé, te lo dará y todo estará bien».

En una sociedad integral, mientras que la persona está llevando a cabo su corrección, tarde o temprano llegará a un punto en el que la naturaleza le proporcionará todo. ¿Cómo se puede explicar esto a una persona? ¿Debería la mujer estar pensando en el cochecito de bebé antes de que ella dé a luz a un hijo, o debe primero dar a luz y luego ver qué pasa?

Respuesta: El hecho es que no podemos contarle a la persona sobre el sistema que existe por encima de ella. Nosotros nos esforzamos hacia él; es el sistema de «Adam«. En muchas técnicas y prácticas las personas aprovechan el hecho de que aspiran a este nivel y tratan de atraer las fuerzas desde el futuro sobre sí mismas. Sin embargo, decirle a la persona qué necesita para actuar de cierta manera, aspirar hacia el sistema, y así verán que funciona, todo esto no tiene fundamento en un momento dado, y por eso es difícil para nosotros trabajar con esto.

En la medida en que la persona se incluye en la integralidad de la sociedad, crea un campo de garantía mutua en torno a ella, en esa medida puede actuar de esta manera porque ella misma se siente en los brazos de la sociedad. Sin embargo, para que eso necesita conectarse al sistema, participar activamente en él, y percibir esta sociedad como perfecta. Y entonces, naturalmente, evocará las fuerzas de la naturaleza y los movimientos de la sociedad, que de hecho le traerá un «cochecito de bebé».

Sin embargo, hablar sobre el hecho de que existimos en este único campo unificado que nosotros lo evocamos, y que en consecuencia, este reacciona a nosotros… Por cierto, los psicólogos y los sociólogos pueden hablar sobre esto. Eso realmente es algo que podemos entender y sentir que existe: Esta es nuestra mente colectiva, nuestro deseo colectivo, nuestra influencia inconsciente de unos a otros, la opinión común. Pero todavía tenemos que trabajar con cuidado con esto porque estamos tratando con personas que no son capaces de percibir de inmediato estas cuestiones sutiles.

Por tanto decir simplemente: «Sólo da a luz y recibirás un cochecito de bebe…» ¿De dónde, exactamente? ¿En qué estás basándote para eso? Con esto simplemente te desacreditas ante los ojos de los demás, como una persona poco práctica, alguien que se aleja de la realidad. No creo que este sea el enfoque correcto.

En primer lugar y lo más importante, necesitamos educación, y la aplicación práctica viene un poco más tarde. Tenemos que llevar a la gente hasta el punto en que sean capaces de ver cuál es su base y que ellos puedan empezar a proponer soluciones por su cuenta. No imponer un determinado comportamiento en ellos. Ellos verán por sí mismos, sobre la base de las explicaciones que aquí probablemente esto puede funcionar.

Y esto es a lo que se le conoce como «educa a tu hijo según sus caminos», es decir, hacerlo de modo que la persona pruebe y sienta su propio camino. Edúcalos, y así ellos elegirán su camino correctamente.

(69316 – De la «Charla de educación integral» # 8 del 14 de Diciembre del 2011)

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