Un egoísta que valora el poder de otorgar

El poder de otorgar es el poder de la conexión. Sin este, no tengo conexión en mi familia o contacto con otras personas o niños; no tengo conexión con la sociedad humana como un todo. Simplemente nos estamos matando a nosotros mismos y a nuestra comunidad al fallar en usar el poder del otorgamiento.

Es por esto que ahora se vuelve absolutamente necesario adquirir este poder. Es simplemente una cuestión de vida o muerte. Es por esto que la crisis ha llegado a mostrarnos el lugar en el que estamos. Nos hemos puesto nosotros mismos en este estado. Ahora sólo necesitamos examinarlo y evaluarlo para entender qué nos hace falta. Nos hace falta el poder del otorgamiento ¿Entonces cómo lo obtenemos? Sólo construyendo un buen entorno.

Este entorno no existe en la naturaleza. Necesitamos construirlo artificialmente de manera que sirva como un ejemplo, nos presione, y nos empuje, ayudándonos a comenzar a dar un poco. Esta sociedad tratará a todos como si estuviera dando una advertencia: «No obtendrás nada si no das. No sólo no recibirás nada, además perderás el respeto que ahora tienes de forma que sentirás que no eres nada, un absoluto cero a la izquierda al cual todos desdeñan».

La sociedad te influirá a través de tus hijos y otras personas cuya opinión valoras. Quebrantará la sensación de valía y auto respeto en cada persona que no se esfuerce por el otorgamiento al mostrarle cuán bajo y corrupto parece ante los ojos de la sociedad. Todos simplemente se alejarán y no querrán estar cerca de él o ella.

De esta manera, obligaremos a la persona a pensar en adquirir el poder de otorgar. Dejen que aprenda lo que es y que quiera ser como esto. Entonces, la sociedad lo tratará de forma opuesta: Lo respetará y valorará mucho.

No tenemos otra opción dado que necesitamos aprender qué significa otorgar. Cuando vengo a aprender, estoy interesado en tener al entorno trabajando en mí en esos dos planos: con una vara en contra de mi egoísmo, presionándome con su desprecio, y por otro lado, elogiándome por otorgar. De esta manera, mi egoísmo elegirá el valor del poder del otorgamiento dirigido en su contra.

Recibiré llenado y aprobación de la sociedad cuando otorgo. La sociedad se acercará a mí y no ofenderá mi gran egoísmo, y este no me avergonzará.

En otras palabras, vemos que de esa manera, actuamos por encima de nuestro egoísmo que ha crecido y explotado fuera de toda proporción en cada uno de nosotros. Podemos educar a la persona específicamente con la ayuda del egoísmo a través de la influencia del entorno. Esto es llamado formación integral porque le enseñamos a la persona a ser integral, a estar conectada con todos.

La persona comienza a apreciar la fuerza del otorgamiento en virtud de la cual adquiere respeto y honor del entorno. Las personas lo envidian por crecer tanto y ser tan valorado por su entorno. De esta manera, un egoísta comienza a valorar la fuerza del otorgamiento, comienza a ver lo que puede hacerse con el entorno correcto.

Aquí, el entorno juega el papel de un educador, como un padre y una madre en relación a un infante, como los educadores y maestros en relación a un niño, o como un profesor en relación a un estudiante. La gran sociedad humana actúa de la misma manera en relación a cada adulto.

La manera en que el entorno trata a la persona depende de su avance. Entonces, gracias a esas dos fuerzas: recepción y otorgamiento en la sociedad, la persona adquiere un instrumento para ahondar más profundo dentro de sí misma, la sociedad, y la naturaleza. Él o ella comienzan a entender lo que sucede en los campos de fuerza, en su propia psicología interna, y en la psicología interna de la naturaleza y la sociedad.

Esto ayuda a la persona a comenzar a sentir la manera en que esas dos fuerzas actúan en toda la realidad, la manera en que operan en una piedra inanimada, en plantas y animales, dentro del hombre, y en el entorno circundante y la familia, en todos los lugares. Él trabaja con esas dos fuerzas como su propietario. De esta manera, él las examina y aprende acerca de todo.

Entra a una red que conecta toda la realidad, una red creada por el entrelazamiento de esas dos fuerzas. Es por eso que entiende todo el programa de la creación, todo nuestro proceso de desarrollo y hacia dónde lleva.

Al fin y al cabo, todo se somete a cierto proceso. Es sólo que no lo vemos ahora porque sólo operamos con una fuerza. Cuando la persona comienza a usar ambas fuerzas por su cuenta, esto le da un instrumento científico de investigación, con la ayuda del cual examina todo lo que sucede en la naturaleza. De esta manera, se vuelve el auténtico dueño de su destino y de todo lo que sucede. Todo esto se lleva a cabo elevando la conciencia a un nuevo nivel.

(72150 – De la «Charla sobre educación integral» # 12 del 16 de Diciembre del 2011)

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