Un hilito

Dr. Michael LaitmanLa Torá, «Éxodo» (Ki Tissa), 32:7-32:11: Y el Señor le dijo a Moisés: «Ve, desciende, porque tu pueblo que has traído desde la tierra de Egipto ha actuado de forma corrupta. Rápidamente se han alejado del camino que les he ordenado; ¡se han construido un becerro fundido! Y se han postrado ante este; han sacrificado animales ante él, y dijeron: Esos son tus dioses, Oh Israel, que te han sacado de la tierra de Egipto».

Y el Señor le dijo a Moisés: «¡Yo he visto este pueblo y mira!, son personas obstinadas. Ahora déjame solo, y mi ira se encenderá contra ellos para aniquilarlos, y te convertirá a ti en una gran nación». Moisés imploró ante el Señor, su Dios, y dijo: «¿Por qué, Oh Señor, debe encenderse Tu ira contra Tu pueblo a quien Tú has sacado de la tierra de Egipto con gran poder y con una mano fuerte?»

Por una parte el pueblo erró. Pero por otra parte, era imposible aniquilarlos porque toda la corrección tenía que revelarse a través de toda esta masa. Y haré de ti una gran nación: en suma esto dice que debe hacerse a partir de una pequeña parte de toda la humanidad.

El Creador aparentemente le dictó a Moisés que aquí Moisés llevara a cabo el papel de escriba. En el idioma hebreo no hay palabra para «escriba» en el sentido en que existe en otros idiomas. Un escriba (en hebreo «Sofer») es alguien que mueve su mano. Pero el Creador es el que escribe. Y así es en todo porque todo fluye del Creador. Por lo tanto, Moisés siempre transmite en escritura lo que se le dice a partir de su alcance espiritual.

¿De qué le habló el Creador? Que es posible crear una nación a partir de la característica de Bina la cual es representada por Moisés. Pero esta nación no sería suficiente porque tendría que ser la única que soportara la característica de otorgamiento, como un ángel que no tiene libre elección propia, al no tener ego, suprimiéndolo todo. Esta parte no sería adecuada en absoluto para ninguna tarea siguiente.

Por lo tanto, ellos demuestran analíticamente aquí, que este camino sería un callejón oscuro y en principio no podría implementarse porque no fue dado para corregir al mundo y alcanzar la meta de la creación con su ayuda. Esta tarea puede llevarse a cabo sólo a través de una combinación de deseos egoístas con deseos altruistas, como resultado de lo cual se crea una conexión entre ellos que es constantemente renovada.

Es imposible corregir alguna parte del alma, aislándola por lo tanto completamente y sin dejarla salir hasta toda la inmensa alma que ha corrompido el ego. Entonces cuando Moisés no está de acuerdo con el Creador, él muestra una vez más cuán fuerte era su conexión con el pueblo, aunque hubiera ascendido tan alto. Aparentemente le sugirió al Creador: «Vamos, hagámoslo, a través de mí será posible traerlos de regreso a la corrección». Así es como comienza a nacer en Moisés una parte de la conexión con otros.

Cuando la persona asciende al próximo nivel y se encuentra ahí, es como si ella estuviera completamente desconectada de todos, y a través de la ruptura, ella debe pasar por un pasaje interno que le hace posible descubrir la conexión con el resto de la creación. Tras eso, ella comienza su desarrollo. Es específicamente este delgado hilo de conexión el que la conecta con los demás, y ahora ella debe desarrollarlo.
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Del Kab.TV «Los secretos del Libro Eterno» del 9/9/13

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