Un lugar que ha sido bendecido por el Creador

dr.laitmanRabash «Cuál es la ventaja en el trabajo que es más que la recompensa»: Y la preparación principal que es llamada esfuerzo, que uno tiene que anularse a sí mismo, es decir auto anulación, lo cual quiere decir que anula la opinión de los dueños de casa y anhela la opinión de la Torá… como dijeron los sabios «la Torá existe sólo en aquellos que se matan a sí mismos por ella», es decir auto anulación, y no existe dominio propio aquí, sino el dominio del Creador. Entonces el Creador puede decir «todo lugar que yo mencionare». ¿Por qué puedo mencionar Mi nombre? Porque la persona ha anulado el dominio de este lugar para el Creador, entonces «Vendré y te bendeciré» puede ser completado… lo cual es la recepción de la Shejiná.

Nosotros ya conocemos esta fórmula. Un lugar es el deseo de recibir y también el Creador que llena este lugar, lo que significa quien llena el deseo. Nosotros consideramos la vasija como un lugar y también llamamos a la Luz, la cual la llena, un lugar. Todo depende de la fase a la cual nos referimos, ya sea el deseo o aquel que lo creó y lo llena.

Se nos dice, «Todo lugar que mencionare Mi nombre», donde la vasija se arregla de acuerdo al nombre del Creador, HaVaYaH, con todos sus discernimientos, «Vendré y te bendeciré». La Luz vendrá y corregirá la vasija, y despejará el lugar correcto para que se invista el Creador.

Es importante medir constantemente en qué medida nos acercamos o nos alejamos de la Luz para que «no haya un dios extraño entre ustedes». En qué medida el concepto de Creador, la fuerza superior, todas las imágenes que están representadas en nuestra imaginación, llegan a ser el atributo de otorgamiento que se in viste en mí. Yo puedo medir mi estado de acuerdo al atributo que recibo y de acuerdo a mi atracción hacia este.

Por supuesto, también existen estados opuestos como a favor o en contra, pero es entre estas dos direcciones, desde estas dos inclinaciones, que avanzamos. Tenemos que revisarnos en qué medida el concepto de Creador, lo cual significa el atributo de otorgamiento que se inviste en nosotros, es cada vez más deseable y en qué medida esperamos esto, lo anhelamos y somos atraídos hacia él. Hasta que «Israel, la Torá y el Creador sean uno» en el mismo lugar.

Ahora realizamos ejercicios, tratando de anularnos a nosotros mismos y de alcanzar la conexión sólo entre nosotros, por el momento. Como se nos dice «del amor de los seres creados al amor del Creador». Pero si además recordamos que lo hacemos para llegar a ser una vasija en la que seamos capaces de revelar un día al Creador, la Luz superior nos influye, conecta y organiza. Por lo tanto, gradualmente sentiremos el lugar que estamos preparando para la revelación del Creador, y revisaremos si está listo para que la Luz Superior, el atributo de otorgamiento, se invista en él.

Entonces empezaremos a identificar movimientos en aquel lugar, y si estamos o no recibiendo al Creador, si Él ingresa en nosotros o si nos expulsa. Entenderemos cómo podemos acercarlo a nosotros o alejarlo de nosotros si queremos ascender a un nivel más elevado con el fin de estar más adaptados a Él. Después de todo, nosotros tenemos que alejarnos de Él entre nivel y nivel.

Cuando todas estas acciones se vuelven familiares y están bajo nuestro control, alcanzamos gradualmente una mayor equivalencia de forma con el Creador y Él se nos revela gradualmente. Por lo tanto, establecemos el lugar, y empieza la conexión entre nosotros. Después de la conexión, se crea una distancia, lo cual nos enseña a regresar a la conexión a pesar de la distancia. Así, aprendemos a controlar estos procesos tanto como podamos y a monitorearlos.

Esto es posible sólo con la ayuda de Dios, por supuesto, con la ayuda de la fuerza superior. No debemos olvidar que Él es quien lo organiza y lo dirige todo, pero con nuestra participación activa. Nosotros decidimos que queremos alcanzar «haz que tu deseo sea Su deseo», y así establecemos un lugar.

Ya estamos en el proceso de establecer un lugar, aunque en realidad no entendemos cómo hacerlo, qué fases atravesamos, y qué más tenemos que hacer. En realidad, nada está claro. No es una fórmula con una incógnita, sino más bien una fórmula con muchas incógnitas que tenemos que resolver. Este es un sistema integral en el que todo está incorporado  en todo y depende de todo.

Pero cuando este cuadro se aclara, vemos que incluye muchos detalles que están interconectados en un sistema, aunque al mismo tiempo está muy nublado y es poco claro. Es imposible que nos aferremos a esto con nuestras toscas, egoístas y primitivas manos.

Pero al trabajar en este mundo, gradualmente empezamos a elevar sus componentes al nivel espiritual y a insertar cada atributo, cada fuerza, cada evento dentro de todo lo que ocurre, el espíritu del Creador, nuestro anhelo espiritual. Entonces empezamos a ver otro panorama detrás del cuadro de este mundo. Detrás de este cuadro descubrimos un sistema de fuerzas del mundo superior. Es así como establecemos el lugar para la revelación del Creador.
(126211 )
De la preparación para la lección diaria de Cabalá del 1/23/14

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