Un nuevo control

Pregunta: Cuando miramos nuestra vida, vemos que no tenemos control sobre ella. ¿Cómo debemos relacionarnos con esta realidad?

Respuesta: Realmente tenemos control. Todo depende de nuestro enfoque.

En este mundo, estoy en una especie de «burbuja». Mantengo las leyes en este mundo y trato de llenar mis deseos. Eventualmente trabajo las relaciones con el mundo. Las he estudiado en profundidad, he creado muchas tecnologías y siento que todo está bien. Aparentemente debería estar satisfecho con el mundo porque después de años de desarrollo, lo controlo.

De repente surge algo nuevo: llegan nuevas fuerzas y descubro que no puedo tener éxito en nada. He construido muchos sistemas en este mundo: familia, trabajo, educación, ciencia, etc. Todo «marcha con la precisión de un reloj», todo parecía perfecto, y de repente parece que todo se ha vuelto malo.

¿Qué ha pasado? No tiene sentido. Sabemos mucho; tenemos los cerebros; hemos pasado por tanto, entonces ¿cuál es el problema? ¿Somos realmente tan tontos que no aprendemos de la experiencia pasada? ¿Estamos destruyendo nuestro futuro? ¿Por qué nos estamos divorciando sin pensar en nuestros hijos? ¿Por qué no aspiramos avanzar? ¿Por qué estamos dispuestos a destruir a todas las personas que nos rodean, sólo para que nuestros vecinos sean peores que nosotros? ¿Qué pasa?

Es simple. No somos culpables. Hoy se nos revela otra forma de control, una nueva esfera de otra naturaleza que nos controla. Si no fuera por este nuevo control, podríamos vivir una vida maravillosa. Pero se ha revelado, y ahora tenemos un problema. No somos contrarios a las leyes de este mundo sino a las leyes del mundo superior. Ellas influyen en nosotros y somos miserables, incapaces de escapar de ella.

En nuestro mundo siempre nos las arreglamos de alguna manera y aspiramos avanzar, a saber más, a conocer más, a sentir más y a desarrollarnos. Eventualmente pretendemos someter a todo este mundo. Pero hoy descubrimos algo que no conocemos y sobre lo que no tenemos control. Como los niños, enfrentamos esta incertidumbre temerosos de movernos para que las cosas no empeoren. Podemos ver esto en el mundo de los líderes y de las personas que toman las decisiones, quienes no saben qué hacer. Para cada problema hay interminables opiniones y nadie tiene una solución.

La razón es que ha surgido un nuevo liderazgo. ¿Cómo nos relacionaremos con este nuevo liderazgo? ¿Cómo manipularemos estas fuerzas? Estamos perplejos y nos sentimos mal.

Este sentimiento no proviene del Creador, sino de nuestra falta de adaptación a las leyes de la naturaleza superior. Hoy tenemos que armonizarnos con ellas. Hemos crecido durante mucho tiempo y finalmente hemos llegado al principio del Majsom (la barrera). La crisis es el comienzo del Majsom para todo el mundo.

En el grupo, lo trascendemos un poco antes en nuestro propio deseo, aspirando hacia adelante. Tenemos un “punto en el corazón» (*), entendemos y sentimos que hay algo más y queremos irrumpir en él.

El resto del mundo también se enfrenta al Majsom, pero necesitará nuestra fuerza y los problemas que los empujen desde atrás. De una forma u otra, tenemos que descubrir la naturaleza superior y mantener sus leyes, en otras palabras, estar en equilibrio con ella. Esto es lo más seguro.

Naturaleza requiere de nosotros conexión, integralidad y unidad mutua. Está totalmente interconectada, y nosotros también tenemos que ser de esa manera. Estamos en el camino hacia la unidad y la integralidad.

No hay castigo aquí, sino más bien nuevas fuerzas que nos empujan hacia la totalidad. Estas fuerzas operan sistemáticamente en la naturaleza, y no debemos pensar que el Creador nos quiere fallar a propósito. Él no ha cambiado nada ni en el pasado ni hoy, existe simplemente un motor de desarrollo que trabaja constantemente dentro de nosotros. Gracias a él nos hacemos más sabios cada día.

Sin embargo, si no operamos adecuadamente nuestro cerebro y nuestra sabiduría, con el fin de adaptarnos a la naturaleza, sufriremos. Tuvimos que unirnos con la naturaleza y llevar una vida maravillosa, pero ahora sentimos este tesoro como un problema. De una forma u otra, esta es nuestra elección.

(64771 – De la 2º parte de la lección diaria de Cabalá del 12/23/11, «La Paz»)

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