Puedo desear una corrección para otorgar sólo si recibo un apoyo de mi entorno.
Porque este deseo aparece y funciona sólo en conexión con otras personas y de ellas debo recibir ayuda que se denomina “la garantía mutua”.
En la medida de como les apoyo, ellas me apoyan a mí. ¡Esto es un sistema! En la medida que lo active, recibiré de él.
Con mi deseo de incorporarme al grupo y unirme a ellos, despierto su actitud contraria a mí y ellos me transmiten las formas correctas de nuestra conexión, aunque no lo sabemos.
Me muestran con qué conexión estamos unidos, porque existimos en una red.
Y cuando ellos —por mi demanda— me transmiten su garantía mutua, no es simplemente su deseo, sino una forma concreta de nuestra conexión.
Ahora me dirijo a ellos con esta vasija preparada (Kli), con este sistema de conexiones disponibles que consiste de 613 (TaRIaG) elementos. Sin darme cuenta pongo en marcha todo el sistema.
Resulta que cuando nos unimos, animamos todo el sistema que existe entre nosotros.
La garantía mutua es un concepto muy profundo. Significa la vida y accionamiento de todo el sistema de conexiones entre nosotros que ya existe allí dentro. Sólo debemos sacarlo del fondo y empezar a usarlo.
De otro modo puedo gritar que quiero unirme a los demas. ¿Pero cómo lo hago?
¿Es que entiendo como unirme a cada uno y a todos juntos? Pero por cuenta que les despierto y ellos empiezan a influirme, me transmiten las formas de nuestra conexión.
Pueden no saberlo, pero no es importante. Igualmente animamos este sistema de conexiones.
(Extracto de la lección sobre el libro del Zóhar, correspondiente al 25 de abril 2010).
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