Un verdadero homeópata es un regalo de Dios

Hoy en día hay muy pocos homeópatas de verdad, una persona que siente la acción de los poderes es un enviado de Dios, no un médico corriente.

 

Es posible estudiar homeopatía  pero no es fácil convertirse en especialista o maestro, porque hay que sentir las energías internas que se utilizan para preparar los medicamentos homeopáticos, dónde están y cómo funcionan.

 

También depende del temperamento de la persona, de su raza, de su nacionalidad e incluso del tiempo. Antes, hace 20 o 30 años, ciertos remedios homeopáticos eran muy eficaces, pero hoy pueden ser completamente diferentes, las personas cambian, al fin y al cabo estos medicamentos influyen en el sistema de fuerzas internas de una persona.

 

No se trata de alopatía, sino de un sistema más sutil como la medicina china, la acupuntura, en toda mi vida he visto a docenas de supuestos especialistas, de los cuales solo uno resultó ser un verdadero especialista.

 

Después de mi accidente, mi hígado no funcionaba, y los médicos se negaban a tratarme, pronosticaban que duraría seis meses o un poco más. Pero este hombre, tomó una gran aguja y dijo: «Tengo que clavarte esta aguja de nueve centímetros de largo pero no sentirás nada»; la apretó entre sus dedos y la sumergió completamente en mi hígado, en medio minuto estaba sano, aunque no me quedaba absolutamente nada de hígado. ¡Esto sí que es un especialista!

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