Una conexión sensorial que surge desde adentro

Pregunta:

Usted dice que con el tiempo no necesitaremos una conexión a Internet, sino una interna, sensorial. ¿Qué es? Digamos que estoy a varios continentes de usted, ¿Cómo nos conectaremos a través de nuestros sentidos en lugar de a través de Facebook o Skype, por ejemplo?

Respuesta:

No sentirán la necesidad de una conexión a Internet. Sentirán la necesidad de elevarse desde allí hacia una conexión más interna entre ustedes. ¿De qué sirve que te envíe un mensaje de texto? Porque hay un deseo interno de estar en una conexión más cercana (no virtual, sino espiritual) cuando nos sentimos telepáticamente. Simplemente estamos conectados por esta red.

Pregunta:

¿Cómo podemos descubrir esta red telepática?

Respuesta:

Es a través del deseo, del deseo mutuo.

Por lo general, tal deseo existe en una madre con un hijo. Ella siente lo que le está pasando porque lo ama, se esfuerza por él y quiere sentirlo todo el tiempo. Tienen una raíz animal abierta entre ellos (no espiritual, sino animal) porque ella lo dio a luz. En un momento él estaba en ella; de ella nació una criatura y ella lo siente.

Pregunta:

¿Cómo se revelará tal deseo a todos?

Respuesta:

A causa de que brota de nuestro interior. También se desarrolla dentro de nosotros. En comparación con la naturaleza inanimada, vegetal y animal, nos estamos desarrollando e inevitablemente tendremos que revelar esta conexión que existe entre nosotros. Ahora todavía se manifiesta en un nivel bajo como una conexión de odio, un deseo de usar el uno al otro, pero al final se manifestará de una manera diferente.

Pregunta:

 Así que este es un proceso evolutivo natural. ¿No dependerá de la persona misma?

Respuesta:

No, dependerá mucho de la persona. De lo contrario, si este proceso va por el camino de la evolución, será forzado y doloroso, cuando la naturaleza nos empujará hacia adelante con un rodillo de desarrollo como nos ha estado obligando durante millones de años.

Si queremos ir más rápido, no a palos, hacia la felicidad, sino con conciencia, entonces debemos comprender la naturaleza, anticiparnos a sus próximas presiones sobre nosotros y ayudarnos en este desarrollo. Es como un niño inteligente que entiende lo que se le pide y lo hace todo por adelantado, sin esperar castigo. Y el castigo no es castigo, sino simplemente coerción para corregir el desarrollo.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *