Una factura sin pagar

Incluso desde un punto de vista común, sin entrar en materiales sofisticados, vemos que hay un problema con la nación israelí. Esta es especial, es sabia y le brinda muchas innovaciones al mundo. Hasta cierto punto, el mundo le debe a esta nación su desarrollo en muchas áreas. Durante años esta nación ha hecho mucho por la humanidad, pero al mismo tiempo, la actitud hacia ella es completamente opuesta: en vez de agradecerle, es culpada, castigada, y suprimida de diferentes maneras.

La nación de Israel ha sentado las bases de la cultura, la educación y las religiones. Le dio moralidad a la humanidad incluso en tiempos de barbarie, pero nadie se da cuenta de eso. Al parecer hay una razón para eso, inconscientemente los judíos no son tratados como cualquier otra nación, aunque la gente busca diferentes justificaciones reales para ello; de hecho, todo se deriva de una demanda interna. La gente siente algo contra los judíos, y especialmente contra la nación de Israel en su conjunto, a pesar de estar tan dispersa que a veces es difícil llamarla una «nación».

El mundo entero está tratando de resolver este misterio. Hay muchas opiniones con respecto a este tema, algunas son ciertas y otras son menos precisas. Pero es en la sabiduría de la Cabalá que encontramos claramente tanto la pregunta como la respuesta, acerca de la actitud especial hacia los judíos. La sabiduría de la Cabalá explica con precisión cómo la nación de Israel es diferente, cuáles son sus atributos, cuál es su deuda con el mundo, y cómo puede ella corregir la situación: cómo puede «pagar la factura» con el fin de compensar el faltante y alcanzar la correcta corrección y existencia.

Esto es especialmente relevante en nuestros días, en los que la nación judía ha recibido su pequeño «estado» sobre la tierra y aun es incapaz de crear las condiciones adecuadas para existir.

Aquí, esta nación tiene un problema adicional, por naturaleza, quiere estar en buenas relaciones con los demás; está lista para conectarse y amistar con cualquier otra nación; le gustaría estar en la misma línea con todos e incluso en una inferior que todas las demás, sólo para tratarlas bien.

Pero todas la irrespetan y la rechazan. Es imposible comprar tal actitud positiva con el dinero, y es imposible que podamos defendernos constantemente de los enemigos cuando una parte del mundo viene a nosotros con acusaciones y ataques físicos, y la otra parte pone diferentes tipos de presión sobre nosotros: ideológica, política, personalmente, etc.

Así que hay un fenómeno especial en el mundo, que los diferentes filósofos, políticos y escritores han estudiado, pero del cual nadie comprende la esencia ni la raíz, puesto que la raíz de este fenómeno siempre ha estado oculta. Fueron los grandes antisemitas como Henry Ford quienes lograron comprender en cierta medida la razón de sus sentimientos. Ellos las buscaban al tratar de equilibrar la sensación con la mente y comprender de dónde provenía su fuerte odio, al estudiarse a sí mismos y encontrar la fuente de este atributo especial. Entonces, además de la actitud negativa, también encontraron bastantes cosas verdaderas y positivas en la nación de Israel, pero no las corrigieron.

Deben entender que incluso si el mundo descubre la verdadera razón de la actitud negativa, ellos con esto no corrigen al mundo. Tienen que realizar diferentes acciones en el mundo con el fin de corregir la actitud de ellos. Y por el contrario, cuando no se corrigen, en realidad producen odio y antisemitismo. Así que no hay nada de que culpar al mundo, todo esto se trata de su retraso al seguir con el «horario de las correcciones».
(93785)
De la 4º parte de la Lección diaria Cabalá del 11/23/12, «El papel de la nación israelí»

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