Nosotros, finalmente, hemos madurado al nivel humano y nos hemos vuelto libres. Es por eso que nuestra percepción de la realidad se transformará de una percepción puramente material a una cada vez más espiritual.
Todas nuestras maquinarias, estaciones de trabajo, y fábricas se volverán menos materiales y más transparentes. Incluso hoy, ya la mitad de las personas están trabajando desde su computadora. ¿Pero, qué podrían estar produciendo ahí?
Está claro lo que se puede producir al trabajar en el campo, en la cinta transportadora, o en las minas de petróleo y carbón. ¿Pero, qué puedes tú crear apretando el teclado de la computadora? Pronto el mundo entero estará sentado frente a una pantalla de computadora. ¿Seremos capaces de cambiar el mundo a través de ellas?
En realidad, es así como creamos la nueva materia, una materia más espiritual. No necesitaremos más automóviles o aviones porque todo estará dirigido a esta forma virtual. En realidad poco importa en qué forma imaginamos algo. Lo más importante es nuestro esfuerzo, la Luz Reflejada que producimos.
El Creador continuamente nos mueve hacia adelante, alejándonos cada vez más para darnos la oportunidad de expandir nuestra intervención en el mundo superior con nuestra Luz Reflejada. Este es el tipo de movimiento hacia arriba que hemos comenzado a partir de hoy.
En realidad, la única diferencia es la percepción del hombre, su sensación de sí mismo. En el pasado, él era forzado a trabajar por el deseo egoísta de disfrutar, pero ahora su esfuerzo yace en preferir la Luz Reflejada y otorgar por encima de su recepción. Este es llamado el nivel humano.
En cualquier caso, de una u otra manera, todas las personas trabajarán. La única pregunta es: “¿Lo hará el hombre sin ganas o por su propio deseo?” Toda la historia de la humanidad hasta hoy ha sido también trabajo espiritual, aunque inconsciente. Así es como el Creador o la naturaleza nos ha obligado a trabajar.
Pero ahora Él no desea más nuestra esclava labor. El quiere que nos volvamos iguales a Él, ascendiendo por encima de nuestra naturaleza y jugando con esto de la misma manera que Él ya ha jugado con nosotros. Ustedes tienen que mirarse desde arriba y hacer lo mismo que el Creador usualmente hace. Así es como uno se vuelve igual a Él.
(34824 – De la 4º parte de la lección diaria de Cabalá del 8 de Febrero del 2011, «La Esencia de la Sabiduría de la Cabalá»)
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